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Mostrando entradas de 2012

el padre del arbitro

Egunon "Yo soy el padre del árbitro", me dijo un señor en una de estas mañanas de sábado. "Vengo a verle porque tiene quince años, y a él no le anima nadie. Pita tres partidos de benjamines cada mañana de sábado, y falla en algunas jugadas, como vuestros hijos, supongo, que es lo que tiene el deporte. Yo le espero al acabar y le doy un beso en cuanto sale cambiado del vestuario. Me gusta que los demás padres vean que es un niño que hace deporte. A alguno hasta se le quitan las ganas de seguir insultándolo".

Estable dentro de la gravedad

Egunon. Siempre me ha llamado la atención que los médicos digan que alguien se encuentra estable dentro de la gravedad. Qué graciosos. Es como decir que está mal, pero igual de mal que ayer, y no peor. Es una mala noticia, porque el enfermo no mejora, pero diciendolo así, la noticia parece hasta buena, porque la estabilidad es una cosa muy buena. Los países necesitan estabilidad, la economía necesita estabilidad, las personas necesitamos estabilidad, el Athletic necesita estabilidad, los equilibristas necesitan estabilidad... Ahora que veo como hace las cosas el Gobierno de España voy entendiendo mejor el sentido que puede tener lo de estable dentro de la gravedad. Ministros estables dentro de la gravedad. Ministros inalterados e inalterables dentro del caos. Pirómanos con doce ocho de tensión mientras incendian y conceden entrevistas a la vez que se sacuden con las manos el fuego de sus trajes ignífugos: "sí, estoy incendiando estas plantas de aquí porque no pued

Morirse a lo tonto

"Heriotzak ere ez du sekula kartarik erakusten" (la muerte nunca enseña las cartas), dice Uribe en esa novela tan especial que os he recomendando ni sé las veces ("Bilbao - Nueva York - Bilbao") Yo creo que es al revés, pero la realidad no. La realidad dice que la muerte permanece siempre agazapada detrás de nuestra estupidez. Prueba de ello es que Maria nadaba tan ricamente en un parque de Quebec con su traje de novia, pidiendo que le hicieran fotos, hasta que el traje se hizo tan pesado que la arrastró y la ahogó. El día de su boda, con 30 años. Maria se murió estúpidamente. Igual que Hanna Lundmark imaginó la muerte, como una calma súbita, inesperada, que aparece de ninguna parte, como el viento. Un traslado repentino al socaire.

Jueves indigestos

Venía oyendo la radio y me ha parecido escuchar el anuncio de un tanatorio que ofrece sus servicios a mascotas, garantizando así una despedida cariñosa, intima y personal, y que no tengamos que poner el gato muerto en el cubo de la basura orgánica, o donde se ponga. Y cuando he llegado a casa he puesto mi nombre en el buscador de Google, en imágenes, como hago todos los jueves, y ha aparecido mi foto junto a la de Elvis Presley, Bojan, Martínez - Camino y Pedrito de Campanet. Tengo que dejar la medicación.

tres mentiras seguidas

Se me cayó tinta de la pluma en la camisa blanca más bonita que tengo. Tres manchurrones más bien pequeños y a la altura del omoplato, que no sé cómo fueron a parar ahí. Y como estaban donde estaban, y con un jersey encima ni se notan, y si vas sin jersey, pues tampoco porque la gente te mira a la cara y no a la espalda, pues he seguido usando mi camisa blanca como si el incidente no hubiera tenido lugar. Pero el otro día, mientras tomábamos café en un receso de la reunión, va una chica muy observadora y me dice que tengo la camisa manchada. Yo pongo cara de sorprendido, primera mentira, y digo que dónde, segunda mentira, y ella me dice que aquí, señalando el omoplato, y yo le digo que vaya, no me había dado cuenta, tercera mentira, y que muchas gracias por avisarme. Y todo por no reconocer que yo soy así con mis cosas, que hasta las que no están bien las sigo usando porque yo las quiero, y porque llevar tres manchurrones negros en la camisa convierten a ésta en metáfora de la vida, en

Digresiones fruto de la medicación excesiva

Del tiempo en que estuve enfermo me han quedado secuelas. Como la pertinaz costumbre de mi cerebro de adentrarse por los laberintos de la estulticia y perderse en divagaciones absurdas que no llevan a ningún lado, para desesperación de quienes conmigo viven y conversan, a veces. Lo último que he pensado es que no entiendo muy bien cómo es que en entornos formales me desenvuelvo con soltura, y en situaciones informales, igual que si me hubieran metido el palo de una escoba por la espalda. En los primeros me muestro como alguién hábil en el verbo e ingenioso en la chanza, hasta el punto que yo solito soy capaz de distender ambientes erizados y conducir a buen puerto negociaciones sinuosas. En los segundos me retraigo hasta desaparecer detrás de mi silencio, hasta el punto de que cuando, venciendo la timidez, hago algún comentario que he preparado concienzudamente, para no resbalar, ya se ha pasado el momento, y las personas me miran con ojos que van de la indiferencia amable a la compa

Egunon

Egunon. Nos conocimos por carta, y me conociste escribidor (escritor es otra cosa). Es difícil, después de veintidós años, decir cosas bonitas que no haya dicho ya alguna vez, sobre todo en aquella primera etapa. Y yo no quiero hacer un recopilatorio, como los cantantes que ya no tienen nada nuevo que cantar, o como los poetas abandonados por las musas. Ahora que me he hecho escritor (bueno, más o menos), quiero volver a ser(te) escribidor. Pero la tarea de decirte algo bonito en tu cumpleaños es bien complicada. Tú no lo pones fácil. A veces: - qué guapa estás - estoy gorda Otras veces: - hala!, qué guapa estás hoy. - Tú siempre me ves guapa, no es significativo. Y otras: - no sé para qué te cambias tantas veces de ropa, si tú estás guapa con cualquier cosa que te pongas. - Ay, calla!, si a ti te parece bien todo… Por otro lado, ni yo ni mi alma estamos para muchos trotes verbales. Las palabras se han acostumbrado a mi tristeza, y no me salen limpias, ni cla

¿De quién te puedes fiar?

Como me gustan mucho los números, y si no hago algo me aburro en los viajes, mirando al reloj y al tiempo que falta para llegar, al pasar por el kilómetro uno de la autopista puse a 0 el cuentakilómetros del coche. Por hacer algo. Sin un objetivo concreto, no penséis. A nada que seáis un poquito despiertos, os daréis cuenta de que, si las cosas son como son, en el kilómetro 28 de la autopista debería marcar 27  en el cuentakilómetros del coche, que en el 52, 51, y en el 275, 274, y así. Pues bien, cuando llegué al kilómetro 42 de la autopista, el coche marcaba 41,6, y no 41, como era de esperar. Y en el kilómetro 226, el coche marcaba 223,2. Me puse a hacer cálculos con el cerebro, a ver si el desfase entre cómo cuenta los kilómetros mi coche y cómo los operarios de la empresa concesionaria de la autopista sigue alguna proporción, constante o inconstante. Me salía que, o mi coche cuenta 12,38 metros de menos en cada kilómetro, o los operarios de la A-68 12,38 de más.  Pero lueg

Wert forewert

Hay quien quiere que se vaya el ministro. Que si ha hecho una reforma que no hay por donde agarrarla, que si se piensa que su ministerio es el de propaganda, que si se le oye gritar los viernes cuando entra al Consejo de Ministros en La Moncloa el Santiago y cierra España... Yo no quiero que se vaya, sino que me gustaria que se quedara para siempre entre nosotros, inspirando editoriales, números monográficos de El Jueves, viñetas de Forges, tema de conversación en los corrillos de La Zarzuela, fotomontajes con su cara y el cuerpo de El Cid, charlas de taberna interminables entre chistes de catalanes y españoles, chirigotas de Cádiz, murgas en Tenerife, tertulias sin tema, apuestas a ver cual es la siguiente, conversación en el café de los profes de la escuela pública de Bellvitge y de los Salesianos de Añorga, dedicatorias de goles del Barça, cánticos de los Ultrasur y manifestaciones de jueves por la mañana.

Ramales de la Victoria

Decía Hanna Lundmark que ella tenía la sensación de que ya no queda lugar para la verdad en la ciudad donde vivimos nuestra vidas. Y tiene razón. Facebook no hace más que alimentar la mentira. Yo hace tres meses estuve comiendo una paella con unos amigos en un pueblo cercano a Ramales de la Victoria, y en el muro aparece constantemente que yo he estado en Ramales de la Victoria, como si hubiera vivido allí, o como si fuera a comer paellas todos los sábados a ese pueblo, o como si aquel día hubiera sido clave en mi vida por alguna razón. Y no lo puedo quitar de ahí. Desde aquel día yo he estado en Bilbao, en mi pueblo, en Barcelona, en Girona, en Bagur, en Madrid, seis veces, en Aranda de Duero, en Medina de Rioseco, en Llodio, tres veces, en Vitoria - Gasteiz, en Santander, en Astillero, en Laredo, en Santoña, en Irun, en Portugalete, en Hernani, en Santurtzi, en Burgos, en Valladolid, en San Sebastián, doce o trece veces. Y ninguno de esos sitios aparece en Facebook. Ni uno. Solo Rama

Susceptibles

Cagarla es una cosa muy humana. Pedir perdon es también una cosa muy humana, pero se hace menos. Hasta el punto de que cuando uno lo hace tres veces seguidas, como Bielsa, se le dice, hombre, ya está bien de cagarla. Un diputado llamó ácrata pijo a un juez y pidió perdón "por si le había ofendido", que en realidad no había querido llamarle ácrata pijo, sino decirle que actuaba como un ácrata pijo. Todo para caer de pie y dejar claro que el problema no es del que ofende sino del resto del mundo, que está muy susceptible. Como yo, que estoy muy susceptible.

No tengas problemas

Tenía un problema y llamé al mecánico: - ¿qué le pasa al coche?, me preguntó - que le cuesta arrancar por las mañanas cuando hace mucho frío, y después de haber estado varios días parado. - joder, y a mí empezar a trabajar los sábados después de haber salido de juerga hasta las siete de la mañana y habiendo agarrado una tranca de cojones. Hala, por llamar al mecánico y contar lo que le pasa al coche.

El libro del desvarío humano?

En "Brooklyn Follies" (Paul Auster), el protagonista pone de manifiesto, ya en las primeras páginas, su intención de escribir algo así como "El libro del desvarío humano": "en el pensaba escribir, en un lenguaje lo más claro y sencillo posible, un relato de cada equivocación, torpeza y batacazo, de cada estupidez, flaqueza y disparate que hubiera cometido durante mi larga y accidentada vida". Bonita tarea, pero yo lo pensé antes, amigo, así que no me quites la idea. Algunos pensaréis que como el egunon ya no ve la luz cada amanecer, es que ya no soy tan mentecato. Error. Esta misma tarde, al llegar de viaje me he dejado a agustín en el coche (agustín es mi silla ortopédica, sobre la que reposan en este momento, y en todo momento, mi culo y mi espalda). He vuelto al coche a buscar a agustin, he cogido las tres botellas de agua vacías que había en el sitio de las botellas, he vuelto a casa, las he tirado a la basura y me he ido a mi cuarto a trabajar un ra

Lo que diga la virgen

Me he enterado de que hay un grupo de personas en México que no se rigen por la Constitución, ni por las leyes, sino por lo que a tiene a bien sugerirles la Santísima Virgen del Rosario . Normalmente la Virgen se dirige a uno, y luego este lo traduce, para que no haya malos rollos ni interpretaciones subjetivas: que dice la Virgen que hay demoler la escuela, que no es más que un antro donde se enseñan inmoralidades y cosas pecaminosas, pues van los otros y tiran abajo la escuela en un periquete. Que dice la Virgen que mañana es fiesta y aquí no trabaja ni dios, pues a hacer el vago todos. A mi me parece estupendo que la gente haga lo que le dé la santa gana, pero en Nueva Jerusalén, que así se llama el pueblo, lo que están haciendo es el canelo. En cuanto salga del Hospital, no obstante, me voy con Mikel y con su ama a celebrar el cumpleaños (zorionak, Miren!!!!) al pueblo este. Así hablamos con el líder de la secta y que nos explique cómo hace para que le obedezcan todos. Porque ést

Un crack en moto por Bilbao

La mejor manera de prepararse para una operación es darse una vuelta en moto, en un día de sol, por Bilbao, capital del mundo. Te pega el sol en la cara, vas cortando el aire con la nariz, y te olvidas un poco de bisturís y de anestesias. Mikel, que para eso es un crack, se compró esta vespa con lo que le sobró de fiestas, y anda recorriendo la urbe para arriba y para abajo, gritando a las señoras para que se quiten de ahí. Baraja varias ofertas para cuando salga del Hospital, total, cuatro días de mierda, y no sabe si decidirse por Yamaha o por Ducati. No te preocupes, Mikel, que yo voy estudiando ofertas, y cuando salgas decidimos.

Comparto zapatos

Voy acumulando rarezas con el paso de los años. Dentro de diez no habrá quien me reconozca como un ser humano. Ahora compro los zapatos de 4 en 4. Un par del 42 y otro del 43. Si pueden ser iguales, bien. Si la diferencia es pequeña, también. En el zapato del pie izquierdo meto la plantilla de espuma del decathlon. Es una plantilla con memoria, listísima, que recuerda los pliegues de mi pie aunque la cambie de zapato. Y en el zapato del pie derecho no hago nada, y así mi dedo gordo, el que lleva año y medio dormido, viaja tranquilo sin que nadie lo despierte. Izquierdo 43 y derecho 42. Talla europea. Si viajo a Brasil tengo que usar otros números, pero solo he ido a Brasil una vez, en 1999, así que no creo que se plantee este problema. Si conocéis a alguien que le pase lo mismo que a mí, pero al revés (ciática izquierda y pierna derecha más corta), y que calce la 42, haced el favor de ponernos en contacto, para compartir zapatos. Gracias.

Artistas incomprendidos

Resulta que una anciana de Borja, 81 años ella, viendo lo mustio y apagado que estaba el cuadro de un Ecce Homo (el "ceomo" lo llamaba un amigo mío) en su parroquia, y aprovechando que tenía conocimientos, porque se había comprado la enciclopedia del Arte en veinte tomos, se ofreció al cura para restaurarlo. Y al cura le pareció muy bien, porque así la señora estaba entretenida y el cuadro ganaba un poco de color. Unos meses estuvo la señora en su faena, cantando coplas y avemarías de Gounoud con acento maño mientras le daba a los pinceles a la vista de todo pichichi,  hasta que algún turista chivato, y perdido, porque a Borja no va nadie a nada, llamó al Ministerio de Cultura, y enviaron a un inspector aburrido que nada más ver la obra se empezó a tirar de los pelos: que si qué herejía es ésta, que si el cuadro era un ejemplar único de la pintura del medievo del Reino de Aragón, que si quien le ha puesto bigote al Cristo, que si el responsable pagará por esto... Y todo por

Banqueros

Un banquero al que todavía no se le ha caido la cara de vergüenza dijo un día que la culpa de lo que está ocurriendo la tienen los políticos, por no haber sabido gestionar. Dijo también que, pese a todo, las medidas que están tomando en este momento son del todo pertinentes, si bien provocarán un cierto sufrimiento, a otros, a él no, que pasará pronto. Al fín y al cabo, ¿qué son tres años de paro y sin ingresos en comparación con la inmensidad del oceano y con lo larga que es la vida humana ahora que con la seguridad social puedes llegar a los cien años hecho un sol? Sorprendentemente, nadie entre el público se levantó para preguntarle por su sueldo y por su futuro, imagino que porque sabrían que tenía preparada una respuesta desabrida.

Las lágrimas de San Lorenzo

Tengo tanta prisa que nunca me detengo a hacer cosas inútiles, de las que verdaderamente merecen la pena. Y así me va. Anoche, cuando me enteré de que Mikel iba a estrenar sus gafas viendo las lágrimas de San Lorenzo, yo también me tumbé boca arriba con mis gafas a mirar el cielo, y me dí cuenta de que eso tan poético de contemplar las estrellas y sentirse pequeñito ante tanta inmensidad no lo había hecho nunca. Mis sensaciones fueron por el lado inverso al que cabía esperar, como ocurre casi siempre. Primero sentí frío en los pies, que llevaba al aire. Luego me detuve a contemplar que los aviones pasaban con una cadencia de dos minutos. Luego sentí humedad en la espalda y acabé agobiado de espantar una mosca que había confundido mi cabeza con un aeródromo de moscas. De estrellas no miré muchas, porque no sé abstraerme del mundo que me rodea.

Zorionak, Maider

Decíamos ayer que en lugar de dedicar tanto tiempo a estudiar lo listos que pueden llegar a ser los monos, podríamos dedicar algún ratito a explorar los límites de la estulticia humana, si es que existen. Un refugio de la estupidez es el tópico, que es un juicio no contrastado sobre cualquier cosa. Ayer, Maider Unda, que es una deportista de Aramaio, consiguió una medalla de bronce en las Olimpiadas de Londres, y como la medalla era en lucha libre, que es un deporte que nadie sigue nunca, los periodistas se aprestaron a dar algún detalle sobre la personalidad de la atleta, para que la gente supiera quien es Maider Unda: ¿sabéis cuál destacaron todos? Que tiene un rebaño de 300 ovejas que ella ordeña personalmente para hacer quesos en su caserío. Así se alimentan los comentarios absurdos de luego: vasca, bruta, y más de pueblo que las vacas. ¿A que nadie dice a qué se dedican Iker Muniain o Fernando Llorente? Porque son profesionales, que dedican al fútbol la mitad de las horas que

Hipermetropía

Bueno, Mikel, al final te van a poner gafas porque tienes hipermétrope y astigmático, o como se diga. Lo que quiere decir que eres un Mendigutxia de los auténticos, con sus defectos visuales y sus correctores antipárricos. Es muy chulo llevar gafas. Si te dan un balonazo eres el primero del que se preocupan, si se rompen, Alain Afflelou te las cambia por unas nuevas, si se te ensucian, las puedes limpiar con unos esprais que, cuando se te acaban, rellenas el botecito con agua y limpian igual, en los aviones embarcas primero - mujeres embarazadas y niños con gafas, dicen - y muchas más ventajas que ahora no puedo recordar. Andan Andoni y Xavi pensando en hacer un equipo de primos con hipermetropía para jugar a algo, pero no encuentran ningún deporte olímpico en el que se compita de tres en tres, y se pasan de la mañana a la noche pegados a la tele buscando. A ver si se te ocurre algo.

Mis hijos se han despertado

Yo sé que mis hijos se han levantado de la cama porque oigo sus estornudos. Estornudan mucho. Una media de entre veinte y veinticinco estornudos por niño y mañana. Como tengo tres, entre las nueve y las diez mi casa es una sinfonía del estornudo. Mikel, tú ni lo intentes que te tirarán los puntos. Los estornudos de mis hijos son otra muestra del poco cuidado que he puesto en las cosas más elementales relacionadas con su educación. Uno de ellos se limpia los mocos con la manta con la que se tapa para ver la tele cuando se levanta. Si, sí, con manta aunque sea verano, porque ya dice el refrán que todo buen catalán tiene frío después de desayunar, y estos niños son medio catalanes. Otro estornuda con la boca abierta y va llenando la pared de felipones. De hecho, y para ver si los padres se implican o no en los buenos modales de los niños, en lo primero que me fijo al entrar en una casa es en si hay salpicones de felipones en las paredes o en los techos. Y otro va con un rollo de papel hig

Desescribir

Me decía Mikel esta mañana en la sala de espera del neurocirujano que quería empezar a escribir, y yo le he dicho que se lo piense dos veces, porque aunque al principio tiene su gracia, luego presenta algunos inconvenientes. Sin ir más lejos, al que esto suscribe le aconteció en la mañana de ayer un hecho paranormal que he puesto en su conocimiento, y ahora en el de todos, y tiene que ver con lo de escribir. Resulta que tengo que presentar un trabajo en el mes de septiembre: 40 hojas DIN A4, con espacio tal y márgenes tal y cual. A las siete de la mañana, cuando me puse a la tarea, llevaba escritas 23 páginas. Y hala, quita, pon, corrige un poco, esto sobra, esto falta... tan a gusto en mi labor creadora que se me fue yendo el santo al cielo, y a las doce, cuando dije ya está bien me voy a poner un vermú, el número de páginas escritas era de 21. Esto quiere decir que en cinco horas de trabajo había desescrito dos páginas. Así que me puse un vermú, detrás de otro.

Momentazo coche de alquiler

Momentazo coche de alquiler en plena madrugada de la sierra madrileña es cuando llegas a Collado Villalba y encuentras un hueco para aparcar enfrente del hotel, y notas, al intentar meter la marcha atrás, que no sabes cómo se hace, y lo intentas de todas las maneras que entran en los coches normales la marcha atrás y nada, los coches coreanos es lo que tienen, y detrás, porque estás en medio de la carretera de La Coruña, ya hay una fila de seis o siete, y de frente viene un camión tuneado repleto de seguidores de La Roja, que acaba de ganar la Eurocopa, cantando yo soy español, español, español, italiano el que no bote te te, y cosas de esas, y pidiendome que haga sonar la bocina para sumarme a la fiesta, pero tampoco acierto con la bocina y se mosquean y me llaman italiano de mierda, y se van, y yo meto primera a ver si doy la vuelta en la siguiente rotonda, y la doy, y voy dando vueltas a las rotondas pasando doce veces por delante del hotel pensando Mikel y Ángela estarán tan tranqu

señoras y señores diputados, por favor

Llevaba yo unos días, desde que ví a la diputada Fabra, hija del diputado Fabra, diciendo aquello del que se jodan, queriendo escribir algo gracioso y ocurrente, y solo se me ocurrían palabrotas y vocablos gruesos, irrepetibles en un espacio decente como este. Como la escena que protagonizó en el Congreso nos pilló a todos delante del telediario, por la noche, y con los niños protestando porque era su hora de tele, sólo se me ocurrió decirles que quitaran esa mierda y que siguieran viendo "la que se avecina", bazofia sin par en la que encontrarían, si seguían viéndola, como todo hace prever, hasta la eternidad, algún comportamiento más honesto que el de la señora diputada. Y luego vi este video que quiero compartir porque me parece una honesta demostración de rabia. No sé si comparto todas las expresiones, que ya sabéis lo fino que soy, pero si ese fondo macarra de ya está bien, señoras y señores diputados.

Mikel, Bielsa y la lluvia

Egunon, Mikel. En Bilbao ha amanecido lloviendo y con temperatura fresquita, lo normal para estos días de julio, pero el ambiente sigue calentito con lo de Bielsa. Algunos simples dicen que no entienden lo que está pasando, total, por unas obras de nada, y lo que no entienden es que lo que está en juego es decir la verdad o no decirla, aunque sea por una obras, como cuando en casa falta media pizza y nadie dice quien se la ha comido, lo importante no es la pizza, sino que alguien está mintiendo, y eso está feísimo. Y si eres Bielsa, más que feísimo.

Consejos mediterráneos

Bueno, Mikel, ya estás en Xilxes, donde para asar una chuleta no hace falta barbacoa, que la sujetas así con los dedos en dirección al sol y en dos minutos está lista. Ponte crema en todos los lados y no te olvides de denunciar ante los municipales a todos los hombres que veas con chancletas, pantalones pirata, camiseta y bolso, por atentado contra el equilibrio estético del planeta. La humanidad entera te agradecerá el detalle. Aliméntate a base de horchatas y helados al microondas, y deja la comida mediterránea para cuando vuelvas al cantábrico. Sal con tapones para los oídos a la calle, que estos valencianos, de fiestas, no hacen más que ruido. Y susto. Y no dudes en utilizar los alicates para separar a Ane de la pierna de tu madre, que con el calor podrían acabar fusionadas, pierna y niña.

Wii

Mira, Mikel, como España no hacía más que ganar partidos, me aficioné a jugar al FIFA 2012 en la Wii, yo de España, claro, pero ya lo he dejado porque mis hijos han dejado de hablarme. Jugando con Andoni me metí un gol en propia puerta, el del empate, en el minuto 90 de partido. Y jugando con el Xavi he salido con el portero fuera del área con el balón en las manos, y me han expulsado. Y eso que yo ponía toda mi concentración. Ya no tengo nada que hacer. Si me acerco, apagan la Wii y hacen como que están viendo Alerta Cobra. Farsantes.

Efusiones

Cuando despegamos ya iban 2-0, y por lo que me dan mis cuarenta años de experiencia en mundiales y eurocopas, sabía que los italianos no meterían un gol a no ser que el partido durara hasta el jueves. Lo que estuvo feo es que el comandante dijera que ya éramos campeones de Europa, al meter el cuarto, porque dos italianos que iban sentados delante de mí preguntaron a ver si ellos también eran campeones de Europa, y que a ver cómo era eso. Y tampoco estuvo bien que el vecino de asiento quisiera abrazarme, rompiendo una barrera de pudor y de respeto que siempre se interpone entre dos hombres hechos y derechos que no se conocen de nada, y a los que no puede unir una efusión, por patria que esta sea. Así que le dejé con el abrazo a medias y seguí leyendo. Todavía no me he arrepentido y ya ha pasado un día. Confío en que encontrara en otros brazos más amorosos en los que caer esa noche.

Solo quedan unas horas...

Vamos, Mikel. Solo quedan unas horas. Y estoy a punto de quedarme sin final de la Eurocopa. Sí, a lo mejor todos los que van en el avión están como yo, y el comandante, para evitar un motín a bordo, nos va comentando el partido, que si por fin ha salido Llorente, que si Ballotelli le ha pegado a una señora que se estaba comiendo un plátano porque pensaba que lo hacía para provocarle, y resulta que era que porque el médico le había dicho que tomara potasio, que si Navas ha hecho un centro decente al área, que ya era hora, pero eso no resuelve el problema, porque yo, si no oigo carrussel, no entiendo bien lo que dicen. Y luego está que a lo mejor todos los que viajan en el avión son italianos, que la globalización es lo que tiene, o es italiano solo el que viaja a mi izquierda, o a mi derecha, qué corte, o la azafata es italiana, o nos dan tortellini para cenar, y entonces cómo va a ganar La Roja, si estamos todos como bobos comiendo tortellini?. Hay que pensar algo. Y hay que hacerlo

Aprovechar el re-vuelo

No, Mikel, no. Hay que buscar otra solución. ¿Qué quieres? ¿Que la azafata me vea encendiendo el móvil a escondidas? ¿Y si es una de esas feas, que van con moño, y de rostro severo, que según la ves venir por el pasillo ya pones el respaldo en posición vertical y la mesita plegada aunque no toque, por si te cae una bronca? ¿Y si nuestros mensajes interfieren en las órdenes de vuelo y acabamos en Boston, o en Ourense? Aunque a lo mejor, si viaja Melendi en el mismo vuelo podemos aprovechar el re-vuelo para mensajearnos a escondidas. No sé, me parece muy arriesgado. Tenemos que pensar algo.

Tenemos que hacer algo

Mikel, tenemos que hacer algo. La final de la Eurocopa me pilla en pleno vuelo a Madrid, sin tele, sin ordenador, sin radios (¿qué prohibían en los aviones antes de que hubiese dispositivos electrónicos?). Esconderme en el WC con una radio me parece cutre. Secuestrar el vuelo y dirigirlo a Kiev es arriesgado, y tampoco tengo medios. ¿Qué hacemos?

Viva el ministro, por dios (vamos, Mikel, txapeldun!!!)

Un ministro del Gobierno de Rajoy acabó en el ministerio de Educación porque sabe mucho de encuestas. Es lo lógico, porque en Educación se hacen muchas preguntas. Va a quitar la asignatura de Educación para la Ciudadanía y la va a sustituir por otra en la que se traten cuestiones menos controvertidas y menos susceptibles de adoctrinamiento ideológico. Pasa por alto que en una hora semanal, que es lo que dura la asignatura, no hay quien adoctrine a nadie. Adoctrina la tele, a la que los educandos dedican más de veinte horas a la semana, y con ella no se mete. Pero como yo soy una persona cooperadora y poco conflictiva, sugiero temas para trabajar en esa hora. Temas nada controvertidos y en los que nadie podrá adoctrinar a nuestros hijos. Por ejemplo, la variada gastronomía de las tierras de España, o trajes regionales de nuestra rica y variada cultura española, o danzas y folklores regionales de la única nación de todos los españoles, que es España, o ayer y hoy de La Roja, o costura, m

Y cosas que mejor no oir (venga, Mikel, txapeldun!!)

Al arzobispo de Valladolid le parecía mal que una persona que había ido a Brasil a casarse con su novio en una celebración civil presidida por un amigo suyo fuera la pregonera de la Semana Santa vallisoletana. Decía que una que se casa por lo civil no tiene autoridad para invitar a nada cristiano, aunque se trate de la vicepresidenta del Gobierno de la católica España. Al final Soraya hizo el pregón, porque en Valladolid sigue mandando más el PP que el arzobispo, y porque una vez que ha dicho lo que tiene que decir, a don Ricardo Blázquez le importa un pito lo que pase.

Hay cosas que es mejor no saber (vamos, Mikel!!! a por la sanjuanada!!)

Llevaba unos días viendo la espuma de afeitar fuera de sitio. Y las cuchillas también, Hasta que cenando pregunté: - ¿quién está usando mi espuma de afeitar y mis cuchillas? - ... - ¿por qué parte del cuerpo de quien está pasando la cuchilla que luego pasa por mi cara bonita? El silencio de Ana la delató. Y no pregunté más. Hay cosas que es mejor no saber.

Problemas y soluciones (aúpa, Mikel!!!)

He oído un anuncio en la radio en el que una señora dice: - es que no sé qué hacer, mi hija ha suspendido todo . Y otra le contesta: - no te preocupes, dale ceregumil fósforo. Y a tomar por el saco. ¿Problema? Solución. Aunque yo le daba otra cosa.

memoria estúpida

Dicen que la memoria humana es selectiva. Es una manera de hablar. Mi memoria es estúpida. Directamente. Se acuerda de las cosas más idiotas y olvida las importantes. ¿Te acuerdas de mí?, me dijo una chica guapísima en la cola del embarque. Y tuve que reconocer que no.Tampoco me acuerdo de las citas con el psiquiatra ni de tomarme las pastillas. Me suelo olvidar de que estoy herniado y a veces cruzo la calle por cualquier lado y tengo que dar cinco o seis pasitos a la carrera para que no me pille un coche, y luego me tengo que tumbar dos horas. Y a veces no recuerdo cuántos hijos tengo, y me levanto de madrugada a hacer recuento. Un desastre. En cambio me acuerdo de que Patxi Salinas jugó la final de 84, cuando todo el año había estado jugando Gallego. Y de en que año mi padre se dejó crecer el bigote. Y de cómo el polo que llevo puesto lo compré en Hernani en el 94. Un desastre

Si es que esto tenía que acabar así (vamos, Mikel, asturiano!!!)

Una anciana a la que tenían aburridos los de Euskaltel se apostó delante del teléfono con un pito de árbitro, y en cuanto sonó y escuchó aquello de conoce usted las ventajas de la fibra le soltó un pitido que le dejó al comercial todos los huesecillos del oido interno del revés. Los médicos le diagnosticaron una pérdida auditiva del 650%, y el juez condenó a la señora por un delito de lesiones a pagar 800 euros al lesionado. Seguro que hay formas más sanas de protestar. Y más baratas.

El plan A y el plan B (aúpa, Mikel!!)

La policia polaca no está para tonterías. Y dispone de dos planes para reprimir comportamientos incívicos en la Eurocopa, el A y el B. El plan A consiste en que si te ven montando follón te disparan con un artefacto que hace que te hagas pis encima. Ellos piensan que te dará una vergüenza tremenda y que te retirarás a cambiarte. Y no cuentan con que muchos de los que montan follón ya van mojados, y un fluido más o menos no altera sus comportamientos. El plan B consiste en que un perro policia te pega un bocao en los testiculos. Esto si suele conllevar la retirada del follonero, pero porque no le quedan más huevos, estrictamente dicho. A mí me parece que faltan planes intermedios.

Se siente, se siente... (vamos, Mikel, vamos)

Aunque yo las dejo siempre a mano, mis zapatillas siempre están debajo de la cama, y al agacharme a sacarlas se me sale el disco artificial de la espalda. La suela de una de ellas se ha despegado, y el loctite ya no está en su sitio. Mis cinco auriculares han desaparecido, y a las noches no puedo escuchar en la cama los partidos de la Eurocopa. La bombilla de mi mesilla se ha fundido, para que tampoco pueda leer. El enemigo está muy cerca.

Un consejo (vamos, vamos, Mikel, txapeldun)

Hay un salmo de la Biblia que dice "que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de tí" (refiriéndose a Dios). No sé cómo podían rezar diciendo esas cosas. A mi me daría la risa imaginándome al pobre olvidadizo con la lengua pegada al techo de la boca y hablando con severas dificultades. Gracias al mismo Dios al que se cantaban esas cosas, que a uno se le pegue la lengua al paladar es muy difícil, a no ser que te pongas loctite en lugar de mantequilla en las galletas del desayuno. O que las hostias del domingo estén caducadas, y entonces, al empujarla hacia arriba, hostia, paladar y lengua queden unidos para siempre. Por eso al Xavi le digo que la muerda y de deje de leches, que nuestro Señor no dijo "tomad y chupad",  sino "tomad y comed".

Hay mucha gente transtornada (Vamos, vamos, Mikel, txapeldun)

He visto que un artista holandés ha disecado su gato para convertirlo en un helicóptero. Y luego lo ha expuesto. Y hay gente que va a mirarlo. Y pagan por hacerlo. La pena es que no lo disecan a él.

Xavi y las hostias

Al Xavi se le pegó al paladar la hostia de la segunda comunión, igual que pasó con la de la Primera, y se puso a hacer chasquidos con la lengua para despegarla, y comentarios en voz alta, del estilo "se me ha pegado la hostia". El sucedido aconteció en el funeral de su tío, de ambiente no tan festivo como en la Primera Comunión, y terminó con una amenaza de su madre que también tenía que ver con las hostias, pero de otro tipo.

Performance

Me encontré con el coche en la Gran Vía esperando que el semáforo cambiara de color, y delante de mí estaban paradas dos peatonas guapísimas hablando animadamente con sus carpetas y sus bolsos y sus coletas. Pensé qué bien, una performance en directo, dos chicas aplastadas por el CO2 en plena urbe como si la cosa no fuera con ellas, pero no, eran dos palurdas obstaculizando el tráfico, sin más.

A ver si somos serios (Vamos, Mikel, txapeldun)

El egunon de esta mañana tiene que ser muy serio, porque a Mikel, cuando se ríe, le tiran los puntos, y cuando se ríe a carcajadas acaba llorando. Así que quiero deciros que desde que soy un conductor reeducado y sensibilizado soy más circunspecto que antes, respeto todas las señales de tráfico, paro delante de los semáforos en ámbar, en lugar de acelerar, miro para todos los lados delante de los pasos de cebra, y siempre estoy muy serio mirando para adelante o por los retrovisores. Nada me distrae, y me he convertido en un palizas al volante. No doy conversación, no escucho lo que dicen, me trago la música que me ponen sin protestar más que levemente, y solo me doy al cachondeo en el área de servicio de Los Monegros. Ya os explicaré por qué, si lo descubro.

Antonia (vamos, Mikel, txapeldun)

Cuando dentro de un rato entre Mikel en el quirófano, la anestesista no tendrá que decirle aquello de "piensa en algo bonito", hasta que la anestesia haga su efecto, sino que le preguntará a ver qué haces descojonao de la risa, si te vamos a operar, y Mikel le contestará que es porque se está imaginando a una señora que hacía la rehabilitación con su tío en Cruces por las mañanas. Antonia, se llamaba, la que se metía con gafas de ver en la piscina, y con un gorro de flores de plástico, que no debía haber visto un hombre en su vida y me decía aquello de "ven pa´cá guapetón, que te doy un achuchón", y yo me moría de vergüenza, y que, pese a tenerlo prohibido, decía "vamos a nadar un rato", y se ponía a hacer unos largos a krol, por llamarlo de alguna manera, pegando con los pinreles en el suelo, porque cubría por las rodillas, embutida en flotadores por arriba y por abajo, sacando los bracitos así, casí sin poder moverlos, cantando "soy la reina de los

Llongueras

Como quería ser solidario con Mikel, nada más llegar a Madrid me fui a cortar los pelos, en el ratito libre que tenía. Me hizo el arreglo un joven musulmán que se paraba a cada rato a mirar la tele. En una peluquería de caballeros de Villaverde con el suelo alfombrado de pelos de varias generaciones, y mierda por toneladas en los espejos y en los hules que cubrian cualquier espacio donde se pudiera depositar un algo. El muchacho tampoco daba conversación, y eso ya es un punto. Mientras pasaba la maquineta, miraba al televisor y mantenía con los protagonistas, o con los espíritus de sus antepasados, yo que sé, una conversación entrecortada de risas y de jaculatorias. Se había aprendido mi cabeza de memoria y no necesitaba mirar, más que de vez en cuando, o cuando notaba sangre en los dedillos, y para poner un apósito remojado en alcohol de 90. Buen rato no pasé, pero por seis euros...

De Valladolid (vamos, Mikel, txapeldun)

La desorientación del Xavi empieza a preocuparme. Y lo que piense de mí, también. Hoy estaba yo cenándome a medias con Mikel una tortilla de jamón de esas rotundas que ponen en el hospital, cuando me entra una llamada de un número desconocido. - debe ser el Xavi, que suele gorronearle el móvil a sus amigos para hacer llamadas a estas horas, comenté con la boca llena (los espirales con tomate estaban más buenos todavía). - ¿Sí? - ¿Aita?, ¿ya has vuelto de Valladolid? (yo había ido a trabajar a Rabé de las Calzadas, en Burgos, y no me explico cómo él pensó en Valladolid, si yo nunca he ido a trabajar a Valladolid, debe ser porque llevamos toda la semana estudiando paises y capitales europeas, y el subconsciente le rebotó el nombre de Pucela como podía haberle envíado el de Tallín o el de Bratislava) - Sí, ya he vuelto de Valladolid, ahora estoy en el Hospital con tu primo, ¿qué se te ofrece? - ¿qué? - que qué quieres, que para que me llamas. - a ver a qué hora tengo que i

un anillo oscuro, sakonean

"Eta uztaiak arrainetan legez, gertaera latzak geratu egiten dira gure memorian, gure bizitza markatu egiten dute, gure denboraren neurri bihurtu arte. Egun zoriontsuak, aldiz, azkar doaz, azkarregi, eta berehalaxe ahazten zaizkigu. Arrainetan negua dena, gizakietan galera da. Galerak zehazten du gure garaia, harreman baten bukaerak, maite dugun pertsona baten heriotzak. Galera bakoitza, uztai ilun bat sakonean". "Y como los anillos de los peces, los momentos más difíciles van marcando nuestra vidas, hasta convertirse en medida de nuestro tiempo. Los días felices, al contrario, pasan deprisa, demasiado deprisa, y enseguida se desvanecen. Lo que para los peces es el invierno, para las personas es la pérdida. Las pérdidas delimitan nuestro tiempo; el final de una relación, la muerte de un ser querido. Cada pérdida es un anillo oscuro en nuestro interior". Kirmen Uribe, "Bilbao-New York-Bilbao"
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.

Agur, Alberto, agur

Esta noche pasada, mientras mis hijos tocaban con sus dedos el cielo de Madrid en el Calderón, sacando pecho por ser del Athletic, mi hermano Alberto entraba en el otro cielo, en el de verdad, en el que se quedará a vivir ya para siempre, con mis padres y con el montón de amigos que ya se han ido. No le costará resucitar, cuando toque, porque ya lo hizo varias veces aquí en la tierra. Y porque deja en Mikel, en Ane y en Miren una semila de coraje incombustible, propia de los que somos de Bilbao. Pero él, más. Hasta pronto, hermano.

Errar es tan propio...

Me tomé en serio aquello de que errar es humano. Tanto, que fallé en casi todo lo que intenté en la vida. Y algunos de los errores han sido tan tremendos que me da vergüenza mirar hacia atrás y verme en ellos. Pero de entre todos los errores, ninguno como el de ayer por la mañana. Yo tomaba el avión de las 7:00 para Madrid y otros dos mil, o tres mil, se iban a Bucarest a ver ganar al Athletic la Copa de la UEFA. Viendome allí, con el maletín en la mano y la cara de gilipollas, me dí cuenta de que otra vez estaba en la cola que no era. Serené mi conciencia razonando que iba a cumplir con mi obligación, a hacer bien un trabajo, me dí cuenta de que en mi cuenta corriente tendría pasado mañana mil quinientos euros más que todos aquellos, y acabé pensando... que estaba otra vez en la cola que no era.

Campo semántico

- A ver, campo semántico "tiendas". - Zara, pulanber... - No hombre. El pescao se compra en las... - pescaderías. - ¿La carne? - en las carnicerías. - ¿los cordones de los zapatos? - en los chinos. - Muy bien. Ahora al revés. A qué campo semántico pertenecen las siguientes palabras: inundación, terremoto, tsunami... - ...desgracias. Y luego vendrá la de Lengua y dirá que no sabe.

Ser del Athletic

Ser del Athletic es algo muy bonito. Eso lo sabe todo el mundo. Pero rara vez se pondera lo educativo que es para las personas. Haciendo de cualquier manera la media de los últimos 35 años, que es de lo que me acuerdo, de cada tres partidos, el Athletic gana uno, empata otro y pierde otro. Es como vivir. De tres, empatas una, pierdes otra, y, con suerte, ganas la tercera. Los domingos, lo mismo que entre semana, y al revés. Los del Madrid y los del Barça lo tienen mucho más más difícil, porque de diez ganan ocho, empatan uno y pierden otro, la mayor parte de las veces contra el mismo. Por eso, cuando un madridista o un culé superan un revés de esos que te da la vida, la cosa tiene mucho mérito, me parece a mí, porque no tienen costumbre. Los domingos son un paréntesis, un irse de la vida para tocar el cielo dos horas, y luego entre semana pasa lo que pasa, que no hay Ronaldos ni Messis que lo arreglen todo con una genialidad.

Nunca Bilbao fue tan Bilbao, tan fanfarrona

Nunca Bilbao fue tan Bilbao, tan fanfarrona, dice Rodrigálvarez. Nunca no, pero si hacía demasiado. Los niños de Bizkaia merecían una noche así, y esta primavera del fútbol venida desde Rosario, en la Argentina. Ver en video dos mil veces seguidas al 28 en el 87 recortar en el área y asistir al grande para que la embocase. Escribir en el tuenti que yo estuve en San Mamés en la noche que mi padre se volvió loco, como el entrenador que tenemos. Y tener un viernes de banderas y de piras. Y soñar con la gabarra.

Al final, al Bernabeu

Decía Francino esta mañana que aprovechando el viaje de vuelta de Lisboa, 4000 vizcaínos se habían plantado frente al Bernabéu en la Castellana armado cada uno con un destornillador. Y a ellos se han unido otros 85000 rojiblancos venidos de toda España para cambiarle a Florentino, una cada uno, todas las sillas del estadio. Y para hacerle de paso los baños y dejárselos tan bien que hasta de las oficinas de enfrente se vayan al campo a cagar. El presidente del Madrid, visto el ahorro, rectifica y deja jugar la final en su estadio, e invita a cada seguidor del Athletic a un bocata calamares. Si hechos son amores....

Metro Bilbao

Sabida es la proverbial limpieza del metro de Bilbao. Así que cualquiera dejaría que su hija o su sobrina bajara las escaleras deslizando la mano por el pasamanos, o pasándola, que es más propio tratándose de un pasamanos, con la confianza absoluta de poder coger después el bocadillo de nocilla con las manos limpias. Pues no. El pasamanos estaba lleno de mierda. Era Bilbao, pero la barandilla tenía polvo. Y la niña se manchó. Y la madre fue a informar de los hechos al que vende los billetes, no se sabe muy bien con qué fin. A lo mejor con ninguno, puro decir lo que piensas, que es lo que mucha gente cree que hay que hacer, y a todas horas. El operario, al que acababan de informar de que su hijo había puesto perdido de tipex el suelo de la clase, y tenía que quedarse hasta las seis a limpiar, contestó a la madre que a qué quería que hiciera, si limpiar el pasamanos, o las manos de la sobrina, qué insolente. Lo cual fue contestado por la madre con una queja en toda regla por trato im

Preguntas sin respuesta

Le iba leyendo la Biblia a mi hijo por las noches con gran recocijo por su parte y por la mía, que estamos en visperas de la primera comunión y de algo hay que llenar esa cabeza de chorlito, y va y me para para decirme que en todos los relatos del Génesis Eva aparece con algo para taparle las tetas y el chocho, a ver por qué. Es lo que tiene hacer la primera comunión con diez años y no con siete, y tener Biblias con dibujitos, y catequistas tolerantes.

Ideiak eta bihotza

Gauza bat ideiak dira eta bestea bihotza, dice Kirmen Uribe en su novela "Bilbao - New York - Bilbao" Y por eso la gente nunca hace lo que piensa que tiene que hacer, sino lo que le dicta el corazón. Y es bueno para otras cosas, pero tan malo dictando...

Garbanzos de vigilia

Ni el Hospital Civil de Bilbao, que de Santo no tiene más que el nombre, se libra de los ataques del laicismo agresivo del que con tanto amor nos previene monseñor Martínez Camino. Ayer, Viernes Santo, nos dieron para comer unos garbanzos de vigilia, y hasta aquí perfecto, y... una ternera a la jardinera!!!, como si los guisantes pudieran transmutar la carne en pescado, la ternera en crustáceo o en estrella de mar. Los enfermos católicos pusieron una queja y la empresa concesionaria del servicio de restauración hubo de preparar unas croquetas de atún que, al no llegar a la hora, los enfermos se comieron untadas en el descafeinado de la merienda.

visitas educadas

Una de las cosas que no te enseñan ni en tu casa ni en la escuela es a tratar con las personas enfermas. Cuando somos niños, hacemos gracia en el Hospital, al enfermo de uno, y molestamos al de la cama de enfrente. Cuando somos ya unos jovencitos, ni pisamos el Hospital, a no ser que tu padre se esté muriendo o que a una amiga tuya le hayan operado de amigdalas. Y pasado el tiempo de aprender, nos hacemos mayores y damos el cante. Entramos en la habitación manteniendo el mismo tono de voz que traíamos de la calle, y después de decir buenas tardes al enfermo de la cama de al lado, y despertarle, en el caso de que esté durmiendo, nos dirigimos al enfermo propio para decirle: - ¿Qué? ¿Qué tal? Bien, ¿no? Si el enfermo está mal, y es sincero y contesta que no, que está mal, entonces insiste: - "pero si me ha dicho Luciana que estás mejor" (la madre que parió a Luciana...), o su variante "pues no tienes mala cara..." Y entonces es el enfermo el que demuestra que

Agur, Miguel

Miguel Salaverría era un hombre bueno. Sirvió a los hombres y a los niños con las cosas de Dios. Cuando se ocupó de las obras de la Catedral de Bilbao, dejó grabado en un capitel el escudo del Athletic. No vaya ser que te traspongas en el rezo y te pienses que estás en Notre Dame de París, o en Chartres. Le escuché hablar de la muerte muchas veces, así que seguro que se preparó para cuando llegara. Quiero creer esperó a que acabara el partido de anoche en Alemania para entrar en el cielo sacando pecho, y que a estas alturas habrá vendido más camisetas rojiblancas entre los santos que Messi entre los chinos. Descansa en paz, amigo de los niños y de Dios.

Un reguero pringoso

Secuela se escribe casi igual que escuela, pero lo cierto es que en la escuela, menuda mierda de sistema educativo, no se enseña a vivir con secuelas, cuando la vida, en realidad, no es más que un reguero de secuelas que van dejando pringosos el cuerpo y el alma de las personas. Digo esto porque el dedo gordo de mi pie derecho permanece en estado de letargo desde hace más de un año. A veces incluso traslada su sopor a los dedos adyacentes, a la planta y al empeine. Y estos ya pueden protestar, que al dedo gordo se la trae floja. Ahora dice el médico que podría ser una secuela de las hernias del demonio. Pues vaya, bonito panorama. Con todo, son peores las secuelas del alma, de las que no voy a hablar mucho, porque subvertiría los objetivos de este absurdo espacio virtual. Las que dejan las personas que te quieren mal y las personas a las que traicionas. Las que hacen que cuando ves dormido al dedo gordo, te entren ganas de llorar.

¿DONDE ESTÁN LOS CALZOS?

El ambiente ya estaba cargadito después de dos horas de retraso, así que la gente se soltó el cinturón rápidamente, se puso de pie en el pasillo y cogió sus equipajes de mano para salir del avión rápidamente. Cuando llevábamos cinco minutos en esa incómoda postura de rodilla en el asiento, pie contrario en el suelo, tabardo colgado del brazo izquierdo, mano derecha al asa practicable de la maleta, móvil en la izquierda y mirada fija en si se mueve o no se mueve la cola esta, el comandante luxemburgués de la aeronave nos pide disculpas por esta leve demora, debida a que como no nos esperaban en el aeropuerto (!), no encuentran los calzos para el avión, y no podemos bajar. Claro, imagínate que baja de avión uno muy gordo, y al sentirse liberado de su peso, el avión rebota y sale disparado hasta separarse dos metros del suelo, y a la señora mayor que iba detras se le sale la cadera. Pues vaya. Y encima, como si los pasajeros fueramos idiotas y no supiéramos lo que es un calzo, haciendose

¿Cómo se llama esto?

¿Cómo se llama a cuando tú mandas a tu hija a Alemania de intercambio con un idiazábal de campeonato y quinientos gramos de jamón ibérico de bellota cortado a cuchillo en dos paquetes envasados al vacío para obsequiar a la familia de acogida y tú hija vuelve diciendo que dicen que gracias y que me han dado para tí este salchichón que compraron ayer en el súper?

Old Trafford

El vecino debe ser del Madrid. O anarquista. Porque cuando al filo de las 11 de la noche gritábamos los tres de felicidad con el gol de Muniain, nos dió unos toquecitos en la pared. En eso ha cambiado la historia, porque en buena ley, a nadie de Bilbao se le ocurre recriminar a otro de Bilbao que canta un gol del Athletic. Da igual. Yo, que cumplía ayer 17 años de padre, y que ejerzo siempre que puedo, iba diciendo a mis hijos que se fijaran bien, que disfrutaran, que ser del Athletic es ser distinto y muy bonito, que algún día les preguntarán si nos vieron tomar Old Trafford y tendrán que contarlo. Ahora les he dado un infurelax para que puedan dormir. Yo no, para qué dormir, que el fútbol sirve para eso, para tener una razón, aunque sea miserable, para mirar un poco por encima la mierda de todos los días.

El conejo negro

Tengo el conejo negro, dijo la reina madre en un momento en que la conversación decaía, y yo, que no puedo escuchar expresiones escabrosas sin azorarme hasta los higadillos, hice como que no había oído y seguí haciendo mi ejercicio, mientras el coro de vestales se deshacía de la risa. De no usarlo, le comentó otra mujer bastante ordinaria, y la reina madre aclaró que se refería al conejo que tenía en el arcón de casa, y que llevaba tres años congelado esperando un arroz que lo mereciera. Nunca he entendido ese interés de las personas por hacerse las graciosas contando intimidades con frases cargadas de doble sentido, y lo puse de manifiesto abandonando la piscina con diez minutos de antelación en señal de protesta, sin que valieran de nada los esfuerzos del fisioterapeuta para que terminara mi trabajo ni los de la auxiliar para poner orden en aquel guirigay de señoras de carcajada desenfrenada y rebelde.

Eufemismos

Los médicos son unos artistas en el uso de eufemismos. Cuando una prueba es molesta dicen que te van a hacer "una cosita de nada", y cuando duele te dicen que va ser "un poco molesta". Un electromiograma es una de esas pruebas que duelen hasta ver las estrellas. Estoy seguro de que los romanos crucificaban porque no había entre sus galenos ningún mengele al que se le ocurriera aplicar electromiogramas a los condenados a muerte. Y que de haberla conocido, los nazis de Mauthausen no habrían operado a los prisioneros sin anestesia, y habrían calmado su sadismo con algo más sutil. Cuando vio mis lagrimones la médico me dijo venga valiente, que no ha sido nada. No le mandé a hacer gárgaras porque tengo mucha educación, y porque me reservé el exabrupto para el siguiente que me mandara a hacer esta prueba nuevamente. Es lo que llevo unos meses esperando.

La reina madre

A la Hidroterapia a la que fui se entraba por una puerta en la que ponía cuidado con el escalón, pero estaba mal, porque debería poner cuidado con la de señoras que te vas a encontrar ahí dentro flotando en el agua caldosa. Porque lo primero que ves, porque es que se te van los ojos, es a un especimen con gafas, pero no de piscina, sino de las de ver, de pasta, mascando chicle y con un gorro de ducha flotando sentada gracias a un flotador especial y haciendo así con los brazos como si la flotación dependiera de ello, justo en el medio de la piscina, y dirigiendo un coro de otras cinco mujeres, las cuales se atropellan unas a otras en la conversación, como rivalizando a ver quien grita más. Mira, un hombre, hacedle sitio chicas, dijo la reina madre al verme tropezar con el escalón, pese a la advertencia. A ver cómo te metes ahora en la piscina y te pones a mover la pierna. Yo retrasé el momento tanto como pude, hablando con la fisio, preguntandole cómo va esto, aquí está

Hidroterapia

El médico dijo que iba a poner urgente para que me llamaran enseguida. Y pasó un mes y medio hasta que me llamaron. De lo cual deduje que en el sistema de salud que tenemos, por delante de lo urgente pasan los enchufes, tan españoles ellos, los casos extremadamente urgentes, aquellos en los que el médico pone o llamáis pronto u os quemo las dependencias , y los casos de vida o muerte. Sin embargo, la espera mereció la pena. Quien no haya pasado por una piscina de hidroterapia al menos una vez en la vida es que no ha vivido. En los próximos días iré desglosando esta experiencia singular, pero baste decir que hidroterapia es cuando te metes en una piscina pequeña de agua caliente con cinco señoras y compartes con ellas la conversación y los jugos corporales bajo la mirada ausente de un fisioterapeuta, o al menos eso pone en la bata.

Vivir sin salpicar

Llevo mes y medio metido en una piscina a todas horas, así que no tengo tiempo ni de escribir. Como esta espalda lesionada no se regenera por sí sola, y de los médicos no cabe esperar más que aportaciones insustanciales, voy haciendo la guerra por mi cuenta. Debo comenzar diciendo que yo en la piscina, como en la vida en general, procuro desplazarme sin salpicar. Pero también en esto soy una rareza. Hay domingos por la mañana en que me siento igual que David Meca yendo de Ibiza a Valencia entre tiburones, medusas, bofetadas de los "compañeros" de travesía y olas de cuatro metros, cuando lo único que intento es hacer veinticuatro largos a espalda. Igual que dan el carnet de conducir deberían dar el de pasear por la vía pública o el de nadar, a quien se lo gane. Porque la verdad es que me entreno entre facinerosos, de los que recibo puñetazos, arañazos y golpes de pie en las costillas, gente que descarga sus frustraciones contra el agua, escondiendo tras los g

El ciclo de la vida

Estaba tan contento porque iba a celebrar su catorce cumpleaños, que decidió prepararse la ropa que se iba a poner. Ir guapo ese día era fundamental. Aunque era pleno invierno optó por una camiseta fresquita de verano, una sudadera de entretiempo, y encima una chaqueta de chándal. Por abajo sus pantalones preferidos, sin cinturón, sus calzoncillos de enseñar la parte de arriba, y sus zapatillas nuevas, de marca. Fue tanta la concentración que puso en este ejercicio de preparación que olvidó que en cada pie solo va un calcetín, y metió un par en cada zapato. Le pareció que así quedaba mejor el conjunto, a los pies de la cama, esperando a cubrir su cuerpo. Con el paso de los años cometía cada día nuevos despistes. A cual más chirene. Y cuando los comentaba en las comidas de Navidad, en su familia recordaban siempre lo de los calcetines. Y al ver que su hijo, el día que cumplia catorce años, repetía exactamente el mismo tonto desliz, se dió cuenta de que el ciclo se repe

Orden y caos

Cuando Dios creó el mundo, lo que hizo fue poner orden en el caos, pero luego, instalados el hombre y la mujer en medio de la creación, las cosas volvieron a tender al caos. Y Dios, visto el infortunio, se desanimó, y alentó a todo tipo de descerebrados para devolver la creación a su estado caótico inicial, y así recrearlo todo de nuevo. Así vinieron los señores feudales, los lores británicos y, más modernamente. el FMI y las agencias de calificación de riesgos. Sin embargo, las cosas permanecen en un estado semicaótico que no es ni chicha ni limoná, así que ha puesto todo en manos de uno de mis hijos, el cual es capaz de sembrar el desorden más grande en cinco minutos en diez metros cuadrados. Yo creo que ahora sí.

Feliz año nuevo

Cuando el 8 de enero te desean feliz año, y lo hacen porque es la primera vez que te ven desde Nochevieja, te preguntas hasta cuando le desean feliz año a uno si no lo ven desde Nochevieja, porque está claro que en marzo o en abril esto no pasa. Yo suelo sonreir mucho y decir "igualmente", que parece muy educado pero es una descortesía tremenda, como si dices buenos días, por la mañana, y te contestan "igualmente", a quién se le ocurre. Pero nadie se molesta, y he pensado que es porque si sonríes a alguien ni se fija en lo que dices.

Era eso.

Según un estudio publicado en el BMJ (British Medical Journal) las capacidades del cerebro, como la memoria, el razonamiento y la comprensión, pueden empezar a deteriorarse a partir de los 45 años de edad. Más concretamente, dice que las personas entre 45 y 49 años hemos perdido ya el 3,6% de nuestra capacidad de razonar. Eso es lo que yo notaba, que iba perdiendo facultades mentales, que me quedaba sin palabras, que decía algunas que eran consideradas melonadas por los humanos de mi entorno. Sin embargo, no había podido precisar que eso pasara a un ritmo de decrecimiento del 3,6% cada cuatro años. A mí me parecía más. El estudio no detalla las posibles causas del deterioro. Y casi mejor, porque si lo hiciera no podría dormir pensando en que no he comido suficientes zanahorias, en que no he ido nunca a la ópera, en que he cruzado demasiados semáforos en rojo (a lo mejor, el 3,6% de los que estaban en ámbar), en que a mi dieta siempre le ha faltado vitamina B-12, o en que

Que fundamento ni fundamento

La novela que estoy leyendo empieza con la advertencia al lector de que el libro tiene una falta de fundamento histórico impresionante. Es de agradecer. Pero yo creo que la historia, en sí, tampoco tiene ningún fundamento. También creo que lo que ahora vivimos, la era del inicio del inicio, tiene menos fundamento todavía. Así que si lo real no tiene fundamento, ¿para qué pedírselo a los libros? Yo, que soy en algunos detalles un adelantado a mi tiempo, ya decidí en su momento que este blog carecería del más mínimo rigor y fundamento, que los hechos que en él se describen pueden haber pasado o no, que las personas que se pintan como bondadosas pueden ser unas arpías y viceversa, y que yo mismo no tengo ni idea ni de quien soy. Por eso me limito a rebuscar en el tupido bosque del sinsentido una palabra que haga sonreir. Con eso basta, y que se dejen de fundamentos.

Compartir la mesa en Navidad

Vaya vacaciones más accidentadas. Una noche mi tia Inés se atragantó con la espina de un bacalao al pil pil. No lo notamos hasta que llevaba diez minutos sin hablar, ella, que no calla ni debajo del agua. Cuando la miramos, su piel estaba morada y boqueaba buscando el aire que no tenía. Mi hermano le dió un golpe en la espalda que le sacó la espina y la dentadura. Y que a los demás nos dejó en estado de shock porque pensamos que la había matado. Otro día, mi mujer, sin que nadie le diera un golpe en la espalda, se desplomó sobre unos espaguettis bolognesa, perdiendo en el acto la conciencia y poniéndose perdida de tomate. Terminamos en urgencias, en donde se personó con la cuenta el dueño del restaurante, en un acto de delicadeza extrema que en el momento, agobiado como estaba, no supe valorar en su justa medida. Ahora valoro más comer sólo, aunque sea un bocadillo.

Tazones

Tonto es el que hace tonterías, decía la madre de Forrest Gump. Y yo soy una de las personas que con más intención trata de hacer realidad la sentencia. Esta mañana he ido a comprar tres tazones de desayuno, para los chicos, que somos los que desayunamos cereales, y hasta ahora lo hacemos en platos, en vasos, en boles, pero no en tazones, que es lo suyo. Me he recorrido tres tiendas hasta encontrar los tazones con los que siempre hemos soñado. Ibamos los tres juntos y cada uno ha elegido su tazón. El Xavi uno de Goofy, Andoni uno de mariquitas y yo otro de mariquitas, porque no había más. Hemos llegado a casa tan contentos y amatxu ha dado su desaprobación, con la cual ya contábamos, y los hemos lavado, cada uno el suyo, y los hemos colocado juntos delante de los platos hondos. Hemos pasado la tarde mirando el techo pensando en el desayuno de mañana. Y esta noche, al sacar los platos hondos para la cena, se me han caído los tres tazones al suelo haciendose pedazos. Luego los he recogid

Traspaso de marrones

El inicio del inicio tiene su explicación en que la desviación de dos puntitos en el déficit público parecen una tontería, pero son 20.000 millones de euros. En las fechas anteriores a la toma de posesión del nuevo gobierno las delegaciones del PSOE y del PP estuvieron hablando cordialmente sobre el traspaso de poderes, y sobre el traspaso de marrones. De las reuniones salían todos con una sonrisa de oreja a oreja, pues no son tan malos, estos rojos, decían unos, pues no son tan fachas, decían otros, ji, ji, ja, ja. Ahora hemos descubierto que la pregunta acerca de cuánto hay en la caja, o de cuánto falta en la caja, no se hizo, y resulta que en el caja hay menos de lo que se esperaba el PP. Ana Mato se dio cuenta cuando fue a pagar la nueva alfombra de IKEA de su despacho, al que quiere dar un aire más funcional. Fue a por chines, y a ver, a ver... pues no que me faltan 16 billones de pesetas, va a tener que volver usted mañana. Si es que nunca sé donde pongo el dinero su

El inicio del inicio

En lo que llaman el inicio del inicio, el nuevo Gobierno ha empezado por tocar los cojones , digo los puentes. Todos los Santos y la Constitución, que caen en jueves, se van al viernes. Como van a tener tres o cuatro cosas que lidiar con Rouco, no se han atrevido con la Navidad, la cual se mantiene el martes 25 de diciembre, con lo gracioso que hubiera sido celebrarla el 24 y adelantar la Nochebuena al 23, como hice yo un año que la gente se iba a esquiar. El problema es que en el calendario que todo el mundo tiene ya colgado en la cocina de su casa, el de la BBK, no aparecen recogidos tales cambios, y va a ser peor el remedio que la enfermedad, los rojos en negro y los negros en rojo, y luego, al lado, el calendario de la escuela, el del Instituto, el de las piscinas, el de la escuela de baile, que hacen falta dos paredes, todos diferentes, un desastre.

Guarradas

Hay muchas maneras de comer langostinos. Mi hijo no conoce ninguna de ellas, y por eso les arranca las patitas de un bocado y las escupe después, esparciéndolas en un radio mayor que el del plato que tiene delante. Luego procede a quitarles la cáscara, también con los dientes, y sigue escupiendo restos, a la vez que con otra parte de la boca mastica y degluye. Ya sé, que qué padres tiene, que menuda educación en la mesa, que así no se le puede llevar a comer a ningún lado... Sí a todo, para qué discutir, pero a mi modesto entender tenéis una manera muy estrecha de entender el proceso evolutivo de la humanidad, excesivamente centrada en lo formal. Y hay gente muy fina delante de los cubiertos que hace auténticas guarradas, por ejemplo, con el dinero de los otros.