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Mostrando entradas de mayo, 2016

Segundo día sin móvil, y sucesivos

Egunon, Mikel: De las primeras cosas que pasan el segundo día que estás sin móvil te enteras al tercero, día en el que milagrosamente puedes ver tu whatsapp. Voy a hacer como si supiera hoy, lunes, aquello de lo que me enteraré mañana, martes. Es fácil, porque ya es pasado mañana, miércoles, y sé lo que pasó ayer. Cuatro personas me estuvieron mandando mensajes de whatsapp, a pesar de que el día anterior envié un mensaje a través del facebook explicando mi traumática situación (son personas que no tienen facebook, o que no prestan atención cuando les hablas). Eso hace que en el segundo día reaparezca la ansiedad. No lo sabes, pero intuyes que te están hablando, y que están cagándose en tu padre porque nunca (dichosos "tú nunca" y "tú siempre") contestas. Miras el "samsung galaxy y" con problemas de software y te angustias más. Pruebas a mandar mensajes de correo, o de messenger, a quien supones que te está hablando, pero como no sabes qué te está dic

Primer día sin movil (fue solo una tarde, pero me parecieron siete)

Egunon MIkel. El día que murió el móvil, aunque trabajé hasta las diez, el resultado de todos mis esfuerzos de la tarde fue el mismo: ninguno. Víctima de una ansiedad inexplicable, desatendí mis labores domésticas, abronqué a mis hijos e insulté gravemente a la vida. También intenté resolver la situación. Probé a meter la tarjeta en un airis que regaló El País, que lo regaló por lo que lo regaló, y en un nokia clásico pequeñin. En ambos, mi tarjeta era demasiado pequeña. Probé en el iphone de Ana (cada intento me llevaba tres cuartos de hora, no os penséis). Y ahora la tarjeta era demasiado grande. Así que la recorté con unas tijeras, hasta que quedó tan mutilada que no servía para nada. Hundí mi ser en pensamientos del todo negativos. Luego rescaté de una caja que había en el fondo de mi armario un "samsung galaxy y" que arrinconé en su día por sus problemas de software, le meti la tarjeta mutilada de cualquier manera... y funcionó. Que no anduviera el whatsapp, ni el corr

Extorsión

Egunon, Mikel: hay un anciano con cara de buena persona al que hace unos días detuvieron acusado de muchos delitos de extorsión. Hace tiempo había fundado un sindicato, el único del mundo al que los trabajadores le importan una higa, y se dedicaba a intervenir en la vida pública, llevando ante los jueces a personas corruptas, a yernos de Reyes, a alcaldesas de Madrid y a muy honorables presidentes de la Generalitat. Cuando lo llevaban del Juzgado a la prisión, los periodistas, qué osados, le preguntaron: - ¿por qué lo hizo, Don Miguel? - Todo lo he hecho por España, contestó. Vaya. ¿Será que no extorsionábamos lo bastante?