Egunon, Mikel Altos cargos del Ministerio del Interior, encargados de velar por la seguridad de las personas, han aparcado por un rato estas tareas y han decidido conceder la medalla de oro al mérito policial a la Virgen María. Otras mujeres y hombres hechos y derechos, pertenecientes a la Asociación Europa Laica, personas ocupadas en tareas familiares y laborales, digo yo, que si ayudar al hijo con los deberes, que si hacer un informe para el jefe, que si la compra, que si el seguro del coche, han dejado de hacer alguna de estas cosas para dedicar tiempo, suyo y de sus abogados, y dinero, supongo que de los asociados, a formular un recurso contra aquella decisión del Ministerio y a presentarla ante la Audiencia Nacional. Y los magistrados de la Audiencia (a estos no les quedaba otro remedio) han tenido que dejar por un tiempo los casos de terrorismo, corrupción y narcotráfico que les ocupaban para estudiar el recurso y decidir, tres contra dos, que sí, que la la decisión de dar
Mikel somos todos los que hemos perdido algo antes de tiempo. El padre, las ganas, el anillo de boda... Mikel somos todos los que hemos enfermado mal y pronto. Mikel somos los que, pese a lo uno o a lo otro, todavía conservamos el interés por levantarle la falda a la vida, a ver qué lleva debajo. Mikel es también el nombre de mi sobrino, al que a veces despierto con este guiño por las mañanas.