Egunon Mikel. Qué manía tienen algunos de borrar, oye. En Génova borraron los discos duros de los ordenadores de Bárcenas en cuanto salió por la puerta. Dicen que para dejar los equipos a disposición de otros trabajadores del partido. Ya imagino yo que la infinidad de ideas que bullen en la parte derecha de la vida necesitan muchos gigas libres para almacenarse en ellos y esperar allí a que un Floriano o un Pons las proclamen a los cuatro vientos, y esconderse agazapadas cuando viene un Pujalte o una Botella. En el Congreso de los Diputados alguien quiere borrar los agujeros de las balas disparadas por los guardias civiles en la tarde del 23 de febrero de 1981, por encima incluso de la voluntad de su presidente, don Jesús Posadas, que no se entera de nada. En la estación del AVE de Alicante, Adif quiere hacer desaparecer un escudo del Athletic que ha aparecido grabado en el suelo al pie de una columna. Este caso es especialmente enojoso. Preguntaron a ver quien ha hecho es
Mikel somos todos los que hemos perdido algo antes de tiempo. El padre, las ganas, el anillo de boda... Mikel somos todos los que hemos enfermado mal y pronto. Mikel somos los que, pese a lo uno o a lo otro, todavía conservamos el interés por levantarle la falda a la vida, a ver qué lleva debajo. Mikel es también el nombre de mi sobrino, al que a veces despierto con este guiño por las mañanas.