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Mostrando entradas de abril, 2012

Nunca Bilbao fue tan Bilbao, tan fanfarrona

Nunca Bilbao fue tan Bilbao, tan fanfarrona, dice Rodrigálvarez. Nunca no, pero si hacía demasiado. Los niños de Bizkaia merecían una noche así, y esta primavera del fútbol venida desde Rosario, en la Argentina. Ver en video dos mil veces seguidas al 28 en el 87 recortar en el área y asistir al grande para que la embocase. Escribir en el tuenti que yo estuve en San Mamés en la noche que mi padre se volvió loco, como el entrenador que tenemos. Y tener un viernes de banderas y de piras. Y soñar con la gabarra.

Al final, al Bernabeu

Decía Francino esta mañana que aprovechando el viaje de vuelta de Lisboa, 4000 vizcaínos se habían plantado frente al Bernabéu en la Castellana armado cada uno con un destornillador. Y a ellos se han unido otros 85000 rojiblancos venidos de toda España para cambiarle a Florentino, una cada uno, todas las sillas del estadio. Y para hacerle de paso los baños y dejárselos tan bien que hasta de las oficinas de enfrente se vayan al campo a cagar. El presidente del Madrid, visto el ahorro, rectifica y deja jugar la final en su estadio, e invita a cada seguidor del Athletic a un bocata calamares. Si hechos son amores....

Metro Bilbao

Sabida es la proverbial limpieza del metro de Bilbao. Así que cualquiera dejaría que su hija o su sobrina bajara las escaleras deslizando la mano por el pasamanos, o pasándola, que es más propio tratándose de un pasamanos, con la confianza absoluta de poder coger después el bocadillo de nocilla con las manos limpias. Pues no. El pasamanos estaba lleno de mierda. Era Bilbao, pero la barandilla tenía polvo. Y la niña se manchó. Y la madre fue a informar de los hechos al que vende los billetes, no se sabe muy bien con qué fin. A lo mejor con ninguno, puro decir lo que piensas, que es lo que mucha gente cree que hay que hacer, y a todas horas. El operario, al que acababan de informar de que su hijo había puesto perdido de tipex el suelo de la clase, y tenía que quedarse hasta las seis a limpiar, contestó a la madre que a qué quería que hiciera, si limpiar el pasamanos, o las manos de la sobrina, qué insolente. Lo cual fue contestado por la madre con una queja en toda regla por trato im

Preguntas sin respuesta

Le iba leyendo la Biblia a mi hijo por las noches con gran recocijo por su parte y por la mía, que estamos en visperas de la primera comunión y de algo hay que llenar esa cabeza de chorlito, y va y me para para decirme que en todos los relatos del Génesis Eva aparece con algo para taparle las tetas y el chocho, a ver por qué. Es lo que tiene hacer la primera comunión con diez años y no con siete, y tener Biblias con dibujitos, y catequistas tolerantes.

Ideiak eta bihotza

Gauza bat ideiak dira eta bestea bihotza, dice Kirmen Uribe en su novela "Bilbao - New York - Bilbao" Y por eso la gente nunca hace lo que piensa que tiene que hacer, sino lo que le dicta el corazón. Y es bueno para otras cosas, pero tan malo dictando...

Garbanzos de vigilia

Ni el Hospital Civil de Bilbao, que de Santo no tiene más que el nombre, se libra de los ataques del laicismo agresivo del que con tanto amor nos previene monseñor Martínez Camino. Ayer, Viernes Santo, nos dieron para comer unos garbanzos de vigilia, y hasta aquí perfecto, y... una ternera a la jardinera!!!, como si los guisantes pudieran transmutar la carne en pescado, la ternera en crustáceo o en estrella de mar. Los enfermos católicos pusieron una queja y la empresa concesionaria del servicio de restauración hubo de preparar unas croquetas de atún que, al no llegar a la hora, los enfermos se comieron untadas en el descafeinado de la merienda.

visitas educadas

Una de las cosas que no te enseñan ni en tu casa ni en la escuela es a tratar con las personas enfermas. Cuando somos niños, hacemos gracia en el Hospital, al enfermo de uno, y molestamos al de la cama de enfrente. Cuando somos ya unos jovencitos, ni pisamos el Hospital, a no ser que tu padre se esté muriendo o que a una amiga tuya le hayan operado de amigdalas. Y pasado el tiempo de aprender, nos hacemos mayores y damos el cante. Entramos en la habitación manteniendo el mismo tono de voz que traíamos de la calle, y después de decir buenas tardes al enfermo de la cama de al lado, y despertarle, en el caso de que esté durmiendo, nos dirigimos al enfermo propio para decirle: - ¿Qué? ¿Qué tal? Bien, ¿no? Si el enfermo está mal, y es sincero y contesta que no, que está mal, entonces insiste: - "pero si me ha dicho Luciana que estás mejor" (la madre que parió a Luciana...), o su variante "pues no tienes mala cara..." Y entonces es el enfermo el que demuestra que