Egunon, Mikel: aunque yo creo que Jesús nació en el anonimato más absoluto, y que no hubo ni estrella, ni mula ni pastores cantando villancicos, me gusta la historia de los magos de Oriente. Porque eran tipos que buscaban, buenas respuestas o nuevas preguntas. Y también porque eran tipos que soñaban. ¿Recuerdas la historia? El malvado rey Herodes les había hecho prometer que le dirían dónde estaba el niño. Para matarlo, valiente sinvergüenza. Pero los magos, avisados en sueños de que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino. No queda otra que soñar. Solo así se encuentra el camino que lleva a casa. Feliz Navidad
Mikel somos todos los que hemos perdido algo antes de tiempo. El padre, las ganas, el anillo de boda... Mikel somos todos los que hemos enfermado mal y pronto. Mikel somos los que, pese a lo uno o a lo otro, todavía conservamos el interés por levantarle la falda a la vida, a ver qué lleva debajo. Mikel es también el nombre de mi sobrino, al que a veces despierto con este guiño por las mañanas.