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Mostrando entradas de 2017

Feliz Navidad

Egunon Mikel, como se acerca la nochebuena, te voy a contar un cuento de Navidad. Está la mesa preparada. Mantel de hilo, blanco blanquísimo, platos de porcelana, copas de cristal de bohemia, familia vestida con camisas de domingo, trajes y corbatas de seda. Y yo me acerco a la escena cuando todos están ya sentados, impactando mi cabeza, no me preguntes por qué, contra una estantería que hay suspendida sobre la mesa. No me preguntes ni por qué impactó ni por qué hay una estantería sobre la mesa. El impacto es tan brutal que la estantería queda temblando, y mientras me retuerzo de dolor, de ella cae una botella de dos litros de aceite de oliva virgen extra, que al chocar contra la mesa se hace pedazos, y destroza en su caída tres platos y seis copas, deja la mantelería perdida, el pavo trufado, pero de cristales, y salpica la ropa de seis comensales, el suelo, las paredes, las sillas, la tapicería de las sillas y al pobre perro que andaba por ahí. Se hace el silencio. Escu

"Algo pasa ahí"

Egunon Mikel, como todos somos madridistas, aunque aún no lo sepamos (es la teoría de Florentino), me siento urgido a dar una respuesta a las preocupaciones de nuestro entrenador, que, después de ver los cinco partidos de sanción a Cristiano Ronaldo, dice que "ahí pasa algo". Pasa, en mi humilde opinión, que tenemos a un futbolista en la plantilla que comete muchas estupideces. Tantas, que en cualquier empresa le animarían a marcharse, porque con su actos va degradando la imagen de la entidad. Pasa, también, que ese futbolista es el que mejor juega. Y el que más dinero hace ganar al club. Y a ver quién es el guapo que gestiona eso. Pasa que ese jugador, 48 horas después de empujar al árbitro que lo expulsó (la expulsión vino directamente provocada por una estupidez anterior, que es la de quitarse la camiseta faltando 15 minutos para acabar el partido y celebrar un gol con la cara congestionada y medio en pelotas delante de 90000 personas), todavía no ha pedido dis

Seguros

Egun on Mikel acabo de recibir una carta de La Caixa en la que me informan de que el seguro de vida que tengo con ellos ha sufrido algunas modificaciones. La primera de ellas es que se amplía la cobertura, al sustituir el concepto "meteoritos" por el de "cuerpos siderales o aerolitos". Antes, si me caía el trozo de un satélite chino en la espalda y me provocaba la muerte, no estaba cubierto. Y ahora sí. Antes solo me cubría el seguro si lo que me caía en la espalda es un trozo de roca desprendido de Plutón. No me digas que no es un avance. Pero ojo, que ya te veo venir. Para que me cubra el seguro, mi viuda no puede coger un trozo de lavadora Hisense del garbigune y presentarse delante del perito diciendo que ahí está, que la marca impresa en el trozo de chapa demuestra que es china la cosa que cayó del espacio. Antes bien, el Consorcio de Seguros se asegurará, consultando a los organismos públicos oficiales competentes, de que el trozo de metal tiene rela

Ana

Egunon Mikel el domingo pasado viví una de las emociones más intensas de mi vida (de mi vida de últimamente, porque de la otra se me van olvidando cosas, y sensaciones). Estaba en la calle viendo cómo a 10 metros de mí Ana se despedía de las niñas a las que ha entrenado estos años. Y de sus aitas y amas. ¡Cuánto la quieren! Durante cada entrenamiento, hora tras hora, exigió esfuerzo, trabajo, disciplina, rigor, y todas esas cosas que parecen sacadas de libros de pedagogía antigua. Enseñó a pensar en el equipo, a sacrificarse por el equipo, a querer al equipo. Habló con todas y habló con cada una. Habló de lo que se hace en la piscina y de lo que se hace fuera de la piscina. Y lo hizo destilando (destilar se hace gota a gota) cariño en cada palabra y en cada silencio. Yo la vi llegar exhausta a casa cada noche, como solo les pasa a los que, además de dejarse la piel en el trabajo, dejan también el alma. Ese cariño lo recibió de vuelta, y ahora es el tesoro con el que via

Las cosas, en su sitio

Egun on, Mikel Valverde deja de ser el entrenador del Athletic. Qué pena. Pena que se vaya y pena, también, muchas cosas que se oyen estos días, que parece que el Athletic se ha pasado cuatro años seguidos perdiendo tres a uno en el Calderón después de jugar mal al fútbol. El corto plazo, se llama eso. Te condena a ir con unas gafas especiales con las que solo ves de cerca. Si te las quitas, ves, primero, que Valverde es un extraordinario entrenador de fútbol, y ves también que haber estado seis años dirigiendo al Athletic hace más especial la historia de este club singular. Segundo, que el Athletic es un equipo grande (de eso te das cuenta solo con pasear por las calles de Bilbao). Gane o pierda. Juegue bien o juegue mal. Y ves también que haber sido su entrenador durante seis años hace más bonita la historia personal de Ernesto Valverde. Todo lo demás, partidos ganados, perdidos, errores y aciertos cometidos, son cosas de personas. Personas como el Txingurri y persona

Ikusi arte, portero

Egunon Mikel Hace cuatro años el Espanyol ganaba 0-4 en San Mamés. Vaya paliza. Gorka Iraizoz jugó mal. Y San Mamés lo abroncó. Algunos, incluso, se rieron de él, y hacían uuyyyy cuando agarraba una pelota fácil. Gorka se fue a su casa ese día, jodido, y cuando volvió al equipo le esperaba el banquillo. No buscó excusas fuera: que si con este sistema los porteros jugamos muy expuestos, que si la sombra de Iribar es alargada, nada. Buscó ayuda en otros para mirar dentro de sí mismo, y encontrar los motivos por los que su rendimiento era tan malo. Y haciendo cosas distintas, mejorar. Y volvió. Tardó menos de un mes. Reapareció en Pamplona, firmando una actuación impecable . Y se quedó cuatro años más debajo de los palos del Athletic, estando siempre entre los mejores porteros de la que llaman la mejor liga. Ahora se va. La ley del fútbol, dicen. Hasta él, que piensa que Kepa y Remiro son mucho mejores de lo que él era con su edad. Y yo, que voy a todos los sitios, hasta a

El botarate

- Papá, quiero ser demonólogo. Jose Antonio era un chaval simpático cuyo hobbie eran las posesiones demoníacas y que, cuando se levantaba cada mañana, siempre de buen humor, echaba un vistazo a su alrededor para ver lo que el príncipe de las tinieblas había hecho con el mundo mientras dormía. - ¿Eso qué es?, preguntó su padre. - Un demonólogo es un experto en Satanás. Estaba tan acostumbrado a las melonadas del chaval que pensó que esta era otra más. Pero no. Se fue al Seminario, lo ordenaron cura, y ahora dedica su tiempo a intentar que la Iglesia vuelva a dar miedo. Me lo encontré en León, donde daba una conferencia en la que decía que Dios provocará una peste, o un hambre, o una guerra , en 10 o 15 años. Para purificar el mundo, decía. Uno se levantó, le dijo que estaba bien purificar el aire de vez en cuando, pero que no ve a Dios trabajando en el servicio de limpieza. También le dijo que, puestos a purificar, imaginaba a Dios sacando de la Iglesia a todos los que, co