Solo quiero decir tres cosas, porque al día de la Tercera Gabarra le empiezan a sobrar palabras. Así que comparto una confesión, una constatación y una sensación. Me confieso emocionado y agradecido por haber empezado el día en Radio Popular, en una de las casas más genuinas del Athletic Club, desde la que se ha servido tantas veces el bacalao, cantado, narrado y descrito por Fede Merino, Jose Iragorri, Raúl Jiménez y Koldo Campo. Constato que el día de ayer estuvo lleno de belleza. De imágenes bellísimas de barcos, paisajes verdes, agua generosa, casas de colores rojos y blancos y personas felices, de todas las edades, bañadas por el sol radiante y amable de la primavera. Imágenes que quedarán grabadas, además de en la memoria del móvil, en la de la gente que los llevaba. En su memoria personal y en la colectiva. Y como la belleza genera belleza, y detrás de ella viene la bondad, hoy tengo más motivos para ser optimista. Y tercero, la sensación, que tiene que ver con el
Mikel somos todos los que hemos perdido algo antes de tiempo. El padre, las ganas, el anillo de boda... Mikel somos todos los que hemos enfermado mal y pronto. Mikel somos los que, pese a lo uno o a lo otro, todavía conservamos el interés por levantarle la falda a la vida, a ver qué lleva debajo. Mikel es también el nombre de mi sobrino, al que a veces despierto con este guiño por las mañanas.