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Mostrando entradas de febrero, 2011

A medio hacer

El otro día, cuando fui a guardar el patinete, que no sé que hace siempre en el medio de todo, me encontré con que la puerta, recién pintada de blanco por fuera, estaba sin pintar por dentro. El detalle me pareció de un cutre insoportable. Pero como a nadie parecía importarle un pito, empecé yo también a dejar las cosas a medio hacer, porque tengo mucho trabajo y no puedo estar en todo. Así que el pisto lo puse con el calabacín crudo y en las patatas fritas puse en mitad del plato unas patatas sin hacer. En cuanto a la ropa sucia, dejé sin lavar dos camisas de mi señora. Y con relación al lavado de la vajilla, dejé tres platos fuera, para usar con restos de la comida anterior fosilizada. Y en mi casa se molestaron. Pues no me lo explico, porque lo de la puerta les da igual

el culo

- aita, me ha crecido el culo - ¿solo el culo? Se había bajado los pantalones para hacer pis y descubrió que la goma le había hecho una buena marca alrededor de la cintura. - ¿y que hago ahora? , preguntó. - rascarte, si te pica, cambiarte de pantalones o cambiarte de culo, ¿qué prefieres? - ¿se puede cambiar de culo? - y de pito, de ojos, y de nariz, ahora se puede hacer de todo. pero lo más cómodo es cambiarse de pantalones. - ¿y me puedo poner colonia? - si no te cambias el culo, si, si no, no. - vale.

marquesinas y reuniones

Decía Millás ayer en El País que la mitad de la gente que vemos en las marquesinas callejeras -yo entre ellos- fingiendo esperar el autobús, esperan en realidad a que vuelva a pasar su vida por delante para retomarla de nuevo, aunque sea en marcha . Siguiendo la historia donde él la deja, yo me suelo fijar en las personas que están bajo las marquesinas o en otros lados, y cuya vida no pasa nunca, ya esperen días o semanas, y entonces son muertos vivientes que van de aquí para allá dejando su olor a podrido en cada esquina. Ayer tuve una reunión con uno de estos seres. Y al llegar a comer me dijeron de donde vienes que hueles a demonios. Me inventé que acababa de pasar por delante de la papelera de Durango y ya sabéis la peste que hace en dias de viento como hoy. Pero, como cada vez que digo una mentira, eso no hace sino aumentar el olor a detritus. Y aquí ando. Voy para cuatro duchas seguidas. Y nada.

Profesional

Andaba el camarero fregando unos cacharros y ordenando algunas cosas. Y nos fuimos llegando hasta la barra respetando su laborioso quehacer y sin atrevernos a interrumpirlo. Uno leía el periódico, la otra se miraba en el espejo del fondo y se arreglaba unos pelos que no había por donde arreglar, otro de quitaba la mierda de las uñas con un mondadientes y yo miraba la escena esperando que pasara algo digno de ser contado en un egunon. Acabó, levantó la mirada y dijo a ver dígame. Los siete pensamos es a mí y contestamos todos a la vez: - un cortado a la plancha corto de café croissant templado muy caliente suizo en vaso descafeinado sin espumita con doble de azúcar con leche bollo mantequilla de cafetera tostada a la plancha de sobre con mermelada de albaricoque con la leche del tiempo. Ni parpadeó. Se puso a hacer lo que tenía que hacer y en menos de un minuto cada uno tenía lo suyo en su sitio. Un profesional.

24 F

Hace 30 años, el 23 de febrero de 1981, yo tenía 16, y al salir de clase por la tarde acompañé a mi amigo Luis a un bar a jugar a marcianitos. Yo miraba, alternando, a la pantalla verde aquella y a la de la tele, donde otro marciano, este con tricornio, acababa de tomar el Congreso de los Diputados. No recuerdo haber sentido ni tensión ni miedo, pero sí que estaba viendo algo trascendental, aunque no sabía qué. Por eso pasé la noche en vela con mi padre y con mi madre, hasta que habló el Rey. Lo siguiente que recuerdo es cuando por la mañana los diputados abandonaban el Congreso. Ví que mi madre lloraba. Oí que un madrileño gritaba viva la democracia del pueblo español!!! y que otro contestaba viva la libertad!!! Y cuando, como esta mañana del 24 , recuerdo las tres cosas a la vez, me estremece la misma sacudida de entonces. Y me voy a mis cosas convencido del enorme valor de la libertad y de la democracia, aunque en la práctica todo vaya "de aquella manera".

Como vino se fue

Ya va el wifi. Se arregló solo, sin que nadie hiciera nada. El lavavajillas empezó a funcionar por su cuenta a las cinco y media. Y tuve que llamar al técnico para que cambiara de ruta y se olvidara de mi casa. A mis hijos no les importa ver la tele de color verdoso, porque como estamos en semana Champions... Y cuando la operaria me iba a poner la multa de la OTA de ayer, llegué yo, le ofrecí una mantecada (elegi la que tenía forma de corazón) que acababa de comprar y, después de sonreir, me deseó buen día. Lo malo es que esto que me pasa da la razón a aquellos que enfrentan los problemas comiendo pipas y esperando a que pasen. Y me molesta un huevo.

Contra viento y marea

No va el wifi. La tele murió anteayer. El lavavajillas ha desbordado e inundado la cocina. Ayer me pusieron la enésima multa de OTA, esta vez por diez minutos. Con todo, tengo ganas de vivir esta mañana. Aunque no sé por qué.

pescadilla o cordero

Los niños son así: les dan medicación para una cosa y les quita el apetito. Entonces les da un jarabe que les abre el apetito. Y andan así, cierra, abre, cierra, abre, de pastilla a jarabe y de jarabe a pastilla. Los niños son así: culo veo, culo quiero. Y si su hermano toma pastillas, él quiere pastillas, y si le dan jarabe, el quiere jarabe. Las pastillas están escondidas, porque son muy valiosas, a juzgar por su precio. El jarabe está a la vista de todos, y su contenido iba bajando a marchas forzadas, lo que me hizo sospechar del pequeño. Mis sospechas se vieron confirmadas cuando delante de unas pescadillas fritas con arroz de aspecto infame, me dijo que le diera "desarrol", que no tenía apetito. - Pero quieres desarrol o mayonesa con moztaza como la que yo te preparo, que la pones encima de la comida y da lo mismo pescadilla que cordero , pregunté. - Sí, eso , respondió.

chorradas accesorias

Son bonitos estos días de prematriculas en la escuela, porque buscando acabar con los miedos de los padres primerizos se emiten mensajes lechuguinos, como ese de las Ikastolas, en los que se subraya que al hijo de uno lo tratarán "de lujo", en un ambiente agradable y acogedor. De aprender a hacer la o con un canuto no decía nada el anuncio, pero eso tampoco importa tanto, porque cuando vives sumido en el lujo, esas chorradas son accesorias. Y más en la escuela.

Los miedos, ay

Unos vecinos de un barrio de una ciudad de un pais han decidido impugnar ante la justicia la decisión de una Funeraria de instalar un tanatorio cerca de sus casas. La empresa no ha puesto en marcha sus activicades, porque no tiene ni la licencia para ello, pero los vecinos ya han iniciado una doble linea de defensa: o los denuncian por atentado contra la salud o por atentado contra el medio ambiente. Es como si tu te propones no dejar vivir en tu escalera a un señor que vino a ver el 3º B porque su sola presencia te trae malos recuerdos, y como no ha hecho nada, te planteas denunciarlo siguiendo una doble linea argumental: porque le huele el aliento o, si lo anterior no prosperara, porque su cuñada está procesada por fraude a la Hacienda Foral. Y todo por miedo a los muertos. Que les pongan una discoteca sin insonorizar, y así les vale la misma linea argumental que ya han elaborado.

Ratonera

Me trajo el examen de Lengua Española que habían hecho en clase para que se lo firmara. Era un examen difícil, porque entraba el uso de la erre fuerte, tan complicado. Una de las preguntas consistía en escribir la palabra representada en un dibujo. Estaba el dibujo de un gorro, y el de un gorrino. Y luego estaba el de ese cepo con un queso en medio para cazar ratones. Al lado, ese genio de las letras en ciernes que es mi hijo había escrito "tramparratón". Y se lo corrigió, diciendo que esa palabra no existe. ¿Te lo puedes creer?

Vivir y morir en la frontera

Para trabajar en la entrada o en la salida del escáner de un aeropuerto hay que tener paciencia. Porque ves muchas cosas, y estás en contacto con la realidad del ser humano en sus aspectos más prosaicos: ves adónde miramos cuando nos quitamos o nos ponemos los cinturones, cuantos tomates tenemos en los calcetines, qué cosas nos olvidamos, en fin. Pero la paciencia tiene un límite. Eso lo sabe todo el mundo. Y cada uno tiene el límite en un punto. Y cuando se llega a ese punto... Ayer por la mañana había uno dando los avisos de rigor a los dormidos pasajeros que hacíamos las cosas como autómatas: no se olviden nada, revisen el contenido de las bandejas, hagan del favor de dejar las bandejas vacías sobre las mesas, no olviden nada, revisen el contenido de las bandejas, no olviden nada, hagan el favor de dejar las bandejas vacias sobre las mesas, revisen el contenido de las bandejas, no olviden dejar las bandejas vacías sobre las mesas... Y luego repitió, como para sí: - o de

Eguzki lore

Es de sobra conocida mi animadversión hacia los mundos animal y vegetal. Mis iras se concentran especialmente en los mosquitos - tigre y en los opiáceos. Uno de mi etnia me regaló un girasol seco metido dentro de una caja decorada. Al parecer, se trata de un objeto muy apreciado y valioso, al que llaman eguzki lore, y que está dotado de un cierto valor simbólico en el entorno cultural al que me estoy refiriendo y al que yo mismo pertenezco, si bien a su rama más urbana y mestiza. Ajeno a todo ese mundo de profundos significados, pregunté al que tenía al lado para qué servia ese yerbajo. Y estaba el micrófono abierto. Lo de después lo cuento otro día. O no lo cuento.

PERDIDOS

Aparqué el coche en un parking debajo de la Catedral, y cuando sali a la superficie, con los pasteles en una mano y la maleta en la otra, con una pinta de paleto que veia comentar a la gente, me dí cuenta de que no sabía donde estaba el colegio al que iba. Me paré a ver si se oía ruido de niños en algún lado, y como se oía nada, tomé una calle para arriba hasta llegar a una escuela, que rodeé, y como no ví cartel alguno dije no es este, y volví a bajar la calle, un kilómetro, hasta el bulevar, donde la calle cambiaba de nombre. El que tenía la calle nueva no me sonaba de nada, así que me dije tranquilo, todavía tienes dos minutos, entra en un bar, consulta el google earth y ya está. Como no había bar me senté en el suelo, dejando los pasteles a un lado y espantando a un gato asqueroso que se había acercado a olerlos, saqué el ordenador y consulté. Entonces me dí cuenta de que no era en la calle en la que estaba sino en otra, así que cerré el ordenador, me pillé la corbata

112

Cada año, y por término medio, seis de cada diez vascos llaman una vez al 112. Imagino que para trabajar de telefonista en el 112 tienes que saber distinguir lo urgente de lo importante. Y que en las pruebas de selección tendrán que responder a preguntas capciosas como a ver, qué es más urgente, un niño con un ojo fuera de la órbita o un ataque de histeria de un conductor de autobús en un atasco en la A-8, o qué es más importante, ganar esta noche al Mallorca o hacer bien dos huevos fritos con jamón. Y no es fácil, pero la vida es eso, tomar decisiones en segundos. Sin embargo, teniendo en cuenta que yo no he llamado al 112 en mi vida, una de tres, o tengo un concepto poco vasco de urgencia, o estoy rodeado de histéricos, o soy un dejado, y por eso me duelen tanto las piernas al correr, el diafragma al respirar, el corazón cuando mi hija no llega a casa a la hora de llegar a casa, la cabeza los domingos por la tarde, y otras partes del cuerpo que no voy a mentar, por otras

En contra de lo que parece...

Casi nunca hablo catalán en la intimidad. Casi nunca espero nada de la vida cuando me levanto por las mañanas, y por eso cualquier chorrada me sabe a gloria. Casi nunca me fijo en la mujer de otro, y si me pasa, me imagino que es como Ana Botella, y se me pasa. Casi nunca me duermo al volante, pero cuando me duermo monto un lío...

¿Qué contaminación?

Vengo de Madrid, y doy fe de que lo que dicen de la contaminación es mentira. La capa de mierda está muy arriba. De hecho, cuando el avión la atraviesa hace así una especie de trastabillón. Pero luego vas por la calle y no se nota. Apenas ví ambulancias. Y en la avenida Moratalaz dos cadáveres de perro con las mucosas llenas de CO2 y una anciana con mascarilla. Nada.

Casi nunca

Cuando en el viaje en avión no hay turbulencias, me imagino frases que empiezan por una palabra dada por mi mente. Esta vez había que empezar la frase con la palabra NUNCA aplicada a uno mismo. Me dí cuenta de que no hay nada que no haga nunca, así que la sustituí por CASI NUNCA. Y mi mente no se opuso. Casi nunca digo que no a un café. Casi nunca tengo más de diez euros en el bolsillo. Casi nunca bebo cerveza. Casi nunca salgo de fiesta. Casi nunca me caigo por las escaleras de casa. Casi nunca atino a la primera con casi nada. Casi nunca me acuerdo de los cumpleaños. Casi nunca tengo prisa. Casi nunca voy a Santiago. Casi nunca cojo un avión que no vaya o venga de Madrid. Casi nunca me parece interesante lo que dice el Obispo. Casi nunca veo la tele. Casi nunca me levanto tarde. Casi nunca desayuno croissants, y nada me gusta más que un croissant. Casi nunca me enfado más de tres veces en un día. Casi nunca encuentro lo que busco. Casi nunca me aburro. A no ser que vaya e

hay que reformar el sistema de pensiones

Si tú repites muchas veces que hay que reformar el sistema de pensiones, tienes los altavoces necesarios y eres presidente del Gobierno, entonces la gente acaba pensando que hay que reformar el sistema de pensiones. La forma igual le gusta menos, pero nadie discute que hay que reformar el sistema de pensiones. El otro día estaba tomando un café en un bar de Torrelavega a las 11 de la mañana y le pregunté a la señora que tenía al lado a ver si creía que era necesario modificar el sistema de pensiones, y me dijo que claro que sí, que la forma no le gustaba mucho, pero que había que hacer algo. Y mi hijo el pequeño piensa lo mismo. Y con lo de los salarios va a pasar lo mismo. Que es cuestión de tiempo que la gente piense que no deben ir vinculados a la inflación sino a la productividad. Que ya está bien de hacer el vago, hombre.

Tienen menos genes que una pulga de agua

Es oir a algunos políticos del PP hablar e írseme de inmediato la cabeza a una pulga de agua (dahpnia pulex). No me preguntéis por qué, porque no tengo ni idea. Pero ahora resulta que el minúsculo crustáceo tiene una dotación genética un 50% mayor que la de los humanos. Así que buscaré otro punto de comparación.

Un guarro

Hay una china profesora en Yale que ha escrito un libro sobre las madres - tigre, que son esas que educan a sus hijos de manera estricta. Una madre tigre no permite a sus hijos asistir a fiestas, participar en una obra de teatro del colegio, protestar por no estar en una obra de teatro del colegio, ver la televisión o jugar en el ordenador, elegir sus propias actividades extracurriculares, sacar una nota por debajo del sobresaliente (A), no ser el número uno en todas las asignaturas (excepto gimnasia y teatro), tocar un instrumento que no sea el violín o el piano, y otras tonterias por el estilo. Tampoco permiten a sus hijos dormir fuera de casa. Y en eso tienen razón. Yo al mio no le vuelvo a dejar, porque anoche me dijo que el padre de su amigo, en cuya casa había dormido, era un guarro, porque al llegar a casa, se quitaba los pantalones y andaba en calzoncillos.. - Y con unos calzoncillos así de grandes y así de sucios, aita. Desde entonces, me persigue la imagen de este

Otra lista de cosas

Ayer mientras me aburría en el fútbol me vinieron a la cabeza cosas importantes que no sé hacer. Voy a hacer una lista: 1. escribir a máquina, 2. distinguir el mal del bien, 3. jugar al mus, 4. dar de comer a los peces, 5. programar el video, 6. distinguir a un cabrón cuando no te viene de cara, 7. el pino, Imagino que todo, o por lo menos lo de dar de comer a los peces, viene de que no hice la ESO.

Predicar con el ejemplo

Francisco González es el presidente del Consejo de Administración de uno de los bancos más importantes de España. Y ha tenido el gesto, vista la crisis, de bajarse un 6% el sueldo el último año, lo cual, teniendo en cuenta los dos anteriores, supone un 13% en los útimos tres, con todo lo que esto conlleva en términos de pérdida de capacidad adquisitiva, hasta dejarlo en cuatro millones ochocientos y pico mil euros. Eso es predicar con el ejemplo.

Rajoy no entiende su letra

Rajoy dijo en una tele que le pasaba una cosa muy curiosa, y es que había apuntado algo en una hoja pero no entendía su letra, y no lo podía decir. Qué gracia, a mi me pasa lo mismo, que no entiendo su letra. Ni su música.

Cambiar a mejor

En el Ayuntamiento de Madrid alguien reparó en que el aire estaba lleno de inmundicias, y que los madrileños notaban ya el plomo bajando por las vías altas camino de los pulmones dispuesto a convertirse en cáncer. Entonces informó a su superior, que tomó cartas en el asunto, cambiando los sistemas de medición, quitando una estación de aquí y poniendo otra allá. Los nuevos números dicen que la calidad del aire ha mejorado, y los madrileños lo agradecen. Me parece una decisión muy apropiada. Yo hice lo mismo la semana pasada, porque estaba hasta aquí de los sobresaltos al tomarme la tensión. Cambié el aparato electrónico por otro de esos de aire, cuyo misterioso funcionamiento me es absolutamente ajeno, y me ha bajado la tensión. En realidad, me ha desaparecido, porque esos cacharros son de oir, y yo no oigo nada. Ni cuando sube, ni cuando baja. Como los madrileños con el aire, yo también he agradecido el cambio, y que haya pasado ya el tiempo de los sobresaltos.

Mou y los valores

Lo miréis por donde lo miréis, Mourinho es un maleducado. Algunos en el Madrid dicen que con su carácter personifica de manera singular los valores de esta entidad. Pero es mentira. Que las entidades de futbol profesional tengan valores, quiero decir.

Radio María

El camino entre Bilbao y Donosti está plagado de curvas. A la ida y a la vuelta. Y entre Itziar y Zumaia no se oye bien la radio. Y en Orio no se oye nada la radio. Por eso voy con el dedito así, cambiando de emisora, clic, clic. y nada. Las únicas que se dejan escuchar todo el rato son Radio Euskadi, porque estamos en Euskadi y Radio María, porque estamos en María. Por eso y porque hay un repetidor en cada torre de iglesia. Así es como descubrí que el camino, además de plagado de curvas, está plagado de exabruptos, como estos: el necio dice para sí no hay Dios, se han cometido execraciones, o la última batalla ya se ha librado, y está ganada en Cristo" . Frases ambas rotundas y tremendas, que me dejan la cabeza revirada, y luego ando todo el día preguntando si soy necio, si habré cometido execraciones o quién va ganando el partido, si Cristo o el Atlético de Madrid.