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Mostrando entradas de marzo, 2020

La primera ley fundamental de la estupidez humana

Aprovechando la llegada de la primavera, quería retomar el hilo de anteayer, escribir algo corto y bonito, con una canción, pero no me dejan. Y debo volver a hablar de estupidez.       Lo hago impulsado por la requisitoria de un Inspector de Educación que pide, hoy domingo, y para mañana, lunes, a los centros a él adscritos, que le envíen su protocolo de crisis. Pensaba aconsejar que pidieran al Inspector que les mande el protocolo de crisis de la Inspección, para copiarlo, pero me ha picado la curiosidad, y he decidido buscar en el libro de Cipolla una explicación a tal comportamiento. Y la he econtrado en el despliegue de la primera ley fundamental de la estupidez humana, esa que, como os comentaba ayer, dice que siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo. Pues bien, Cipolla explica que "por muy alta que sea la estimación cuantitativa que uno haga de la estupidez humana, siempre

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

El actual estado de cosas, todos encerrados, hace más difícil la propagación del virus, pero multiplica el número de estúpidos, o, al menos, hace aflorar todos los que había. Por eso, es de todo punto obligado retomar este blog en el punto en el que lo dejamos y recordar en este momento, en mitad del estado de alarma, las cinco leyes fundamentales de la estupidez humana, que tan oportunamente glosó Carlo Maria Cipolla en su inolvidable "Allegro ma non troppo". Primera ley: siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpid os que circulan por el mundo (por eso nos sorprende ver a tantos, por todos lados, yéndose a Gandía desde Madrid, o a Laredo, desde Bilbao, a evadirse un poco de esta situación angustiosa). Segunda Ley: la probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona (por eso, no debe sorprendernos ver a diputados, inteligentes personas, dando be