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Mostrando entradas de agosto, 2015

De poder a poder

Egunon Mikel. Voy a contrapelo. O lento, no sé. Para cuando elaboro un juicio sobre algo, ya ha juzgado todo el mundo. Seguí con atención la comparecencia del Ministro del Interior del Gobierno de España en el Congreso, a donde fue voluntariamente y a regañadientes. Voluntariamente, porque pidió él comparecer. Y a regañadientes porque dejó claro, desde el principio, que aquella comparecencia era un despropósito, que estaba hablando demasiado, y que la culpa de esa desmesura la tenían los demás. Vino a dar algunas explicaciones, las que le parecieron oportunas, acerca de la visita de Rodrigo Rato a su despacho. Y como dijo algunas cosas muy razonables, como que no es lo mismo publicidad que transparencia. (qué importante sería que se lo apuntaran algunos tertulianos), sembró la duda en mi juicio. ¿A ver si va a tener razón? Pero luego, al pasar los días, he ido teniendo la sensación, después de oir al Ministro, de que las personas se dividen en dos: las que han sido miembros del

La canción que nunca acaba

Egunon Mikel: he estado mirando fotos. De cuando la gabarra y de estos días. A ver, si no, qué otra cosa puedes hacer en vacaciones después de ganar la Supercopa de España. Estuvieron en la foto del Nou Camp unos cuantos hombres que no ganaron ningún título mientras jugaban en el Athletic: Aitor Iru, Andoni Imaz, Jon Aspiazu y Joseba Etxeberria. Además de Ernesto Valverde, claro. Ellos hacen visible que el Athletic campeón de hoy es el mismo equipo de hace seis años y de hace veinte años. Pero hay una persona, solo una persona,  que está en las fotos de entonces y en las de ahora, en las del 84 y en las de 2015. El único dos veces campeón: hace 31 años y ahora. Entonces con 28 años y ahora con 59. ¿Sabes quién? Txetxu Gallego, el 8 del Athletic campeón (que en la final del Bernabéu no fue el 8, sino el 13, y salió por Estanis Argote a falta de cinco minutos). Un futbolista extraordinario que siempre hizo con los pies lo que Clemente pensaba con la cabeza. Incluso antes de que

Nueve segundos

Egunon, Mikel: nueve segundos son los que separan el suelo del techo, la nada del todo, la atonía del éxtasis y el vacío de la plenitud. Nueve segundos  son los que separan la presión de Beñat a la salida del balón del Barcelona y el remate majestuoso de Aduriz a la red de la portería del Fondo Norte. Y de esos nueve segundos, cinco transcurren con el balón en los pies de Sabin Merino, al que le toca enfrentar a pierna cambiada, un diestro en la izquierda, al mejor lateral del mundo, primero diez metros en carrera, conduciendo con la suya, después un amago con parada hacia dentro para salir por fuera, levantar la cabeza, ver a Aduriz en el punto de penalty y ponerla con la izquierda donde sabe que la quería el donostiarra. El último segundo dura más que los otros ocho. El silencio que precede al trueno, la ría detenida. Parado el latir del corazón de Bizkaia, sólo la lluvia y el viento siguen a lo suyo, haciendo posible el girar del balón en dirección al punto en el que la busc

Y ver la gabarra surcar mi corazón (2)

Egunon, Mikel: cuando os veo a tí, o a Angela y a Irene, o a Ana, Andoni o Xavi, emocionaros con el Athletic, me doy cuenta de que para que la gabarra cruce el corazón no hace falta que cruce la ría . Lo del viernes por la noche en San Mamés, ganando 4-0 al FC Barcelona, es una prueba. Pase lo que pase el lunes en el Nou Camp.