Egunon Mikel: yo de mayor quiero ser Europa, y que mi trabajo sea dar recomendaciones a los países. Levantarme a las mañanas y convocar a mis asesores y al responsable del Gabinete de Ocurrencias y preguntar a ver qué podemos recomendar hoy, huevos con beicon, señor, no, hombre, en plan política y así, ah, pues que reabran las fronteras en cuanto puedan para reactivar el turismo, buena idea, es corta, con mucho sentido común, no les compromete a nada..., venga, trae el boletin y la escribimos. Y al cabo de dos horas, tomando un vermú con Carpano debajo de un cuadro de Tapies y al lado de un ventanal con vistas a la Grand Place, poner el noticioso y escuchar: "Bruselas recomienda..."
Mikel somos todos los que hemos perdido algo antes de tiempo. El padre, las ganas, el anillo de boda... Mikel somos todos los que hemos enfermado mal y pronto. Mikel somos los que, pese a lo uno o a lo otro, todavía conservamos el interés por levantarle la falda a la vida, a ver qué lleva debajo. Mikel es también el nombre de mi sobrino, al que a veces despierto con este guiño por las mañanas.