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Mostrando entradas de abril, 2011

La felicidad. Una teoría

Algunos expertos en la materia dicen que la felicidad consiste en maximizar los momentos de placer y minimizar los momentos de dolor, o de sufrimiento. Es una teoria. Como cuatro días de fiesta seguidos maximizan bastante el placer de una persona media, aunque se pasen en Lloret y lloviendo, luego tienes que volver a trabajar, o sea, a pelear contra el sufrimiento que amenaza con apoderarse de tí. Por eso el martes por la mañana, las enfermeras y fisioterapeutas del Servicio de Electroterapia del Hospital Comarcal de Béjar andaban mirando en el calendario la fecha del próximo puente, y se cagaban en todo al comprobar nuevamente, como si no lo tuvieran más que visto, que el 1 de mayo cae en domingo. Para los enfermos que esperábamos pacientemente a que nos aplicaran los electrodos, la microonda y demás historias, era un sufrimiento comprobar cómo la fuente se sufrimiento de las enfermeras éramos precisamente nosotros. Aunque en el fondo sufríamos menos porque no ha

Las máquinas y yo

La mayoría de las veces no contesto cuando llaman por teléfono. Los móviles anuncian en la pantallita el número de la persona que llama. Y, si te has tomado la molestia de añadirlo previamente a una lista de contactos, anunciando el nombre, o el apellido, o el pseudónimo, con el que lo has integrado. Después se unieron los fijos a lo de la pantalla, empezando por el domo de Telefónica, menudo invento. Así, lo primero que hago cuando suena el teléfono, sea el que sea, es mirar. Y si es la de Bodegas Maset, que siempre tiene alguna promoción para mí, no contesto. Si veo un número con prefijo de Córdoba, o de alguna provincia así, tampoco. Si, por lo extraño del número, me suena que puede ser mi suegra, ni se me ocurre. En estos tiempos miserables de la enfermedad no contesto a casi nadie, porque no me soporto repitiendo las mismas desgracias a uno y a otra, por lo que humildemente pido perdón a todos los que lo intentáis sin suerte. La indiferencia que hay en el cor

yo sé por qué

Querido Mourinho: usted siempre acaba con diez contra el Barça porque sus futbolistas se lian a patadas para pararlos. Contra el resto de equipos ustedes casi siempre acaban con once. Y normalmente los árbitros suelen confundirse a su favor, cosa que nos pone muy nerviosos al resto de aficionados al fútbol, los que no somos ni del Madrid ni del Barça, que existimos. Y eso pasa porque los árbitros se confunden, como usted. Y como yo. Y el juicio se les nubla cuando los futbolistas y los entrenadores se empeñan en hacerles la vida imposible. Como ayer. Por otro lado, agradecería tomara usted la senda de la moderación y el buen juicio, la educación y el sentido común. Más que nada porque es usted la persona que ocupa más tiempo en los medios, al que ven más niños a los que les gusta el fútbol. Y aprenden lo que ven. Y si no puede con ello, a lo mejor tiene que volver a ser segundo entrenador. El mejor del mundo, por supuesto. Suyo afectísimo

Popular

No soy una persona popular. Las cosas como son. No me gusta salir por ahí, ni de noche ni de día, ni quedar con personas para hacer cosas. Cuando me han intentado sacar de la atonía que producía esta reconcentración en mi mismo, han salido escaldados: me llevaban junto con otras doce parejas y veinticinco niños al monte los domingos por la mañana, todos más contentos que si les hubiera tocado la lotería, y los niños ni te cuento, cuesta arriba, cuesta abajo, y ahora vamos a parar para almorzar y comemos unos cheetos, y la mayoría preguntan cuando acaba la subida, que siempre es enseguida, y luego vamos a parar a comer, y los cincuenta haciendo un circulo como para vernos todos, cosa que ya me dirás la gracia que tiene, que luego solo hablas con el de al lado, y según quién te toque al lado, y ponemos en el medio la comida, para compartirla, que luego todo queda a desmano, y al final, o no comes nada o te atiborras de pasteles de arroz, que hoy se les ha ocurrido

adjetivos

La vida no es más que "ese penoso desfile de adjetivos" (...) en el que "muerto suele venir después de viejo", dice Andy, Whittaker, al que ya conocéis. Luego al sustantivo vida se le pueden colocar muchos más adjetivos. "Bella", dicen algunos. O "maravillosa". Qué risa. Yo me quedo más con "sorprendente", o "paradójica". Dime si no. Cuando murió mi padre tuve que hacer un montón de llamadas, ya os haréis cargo: A Mapfre, con quien tenía el seguro del coche, para decirles que no iba a volver a tener un incidente, ni nadie con él. A Bodegas Maset, para decirles que había dejado el vino, que no mandaran más botellas. Al Athletic Club, para decirle que podían llamar a uno de la cola de aspirantes a socio, porque no iba a volver a San Mamés. Y a la Seguridad Social, y al Banco, y a todos esos organismos creados para hacernos la vida más fácil, o no, según se mire (mira, ahí tienes otro adjetivo para la vida: com

Gorrones

Había una persona en Málaga que tenía 25 años y vivía con sus padres, a los que maltrataba, de alguna manera, que poco importa a los efectos de este egunon, porque pegar a un padre es una cosa feísima lo mires como lo mires. Pese a ello, el muy golfo los había denunciado porque un día le dijeron que se acabó la sopa boba, que de 400 euros al mes para gastos ni hablar, y que si quería seguir en casa que se pusiera a trabajar. El protagonista de esta historia tan peregrina estaba matriculado en la carrera de Derecho, y había aprobado ya tres asignaturas. En siete años. En su descargo hay que decir que un año no pudo estudiar porque se le pasó el plazo de matrícula. Bueno, eso le puede pasar a cualquiera. El caso es que de sus habilidades intelectuales el Juez dedujo que no era tonto, cosa que a mi me parece mucho deducir. El Juez, además de los de capacidad deductiva rápida, es de los de duda fácil. Por un lado, piensa que como si no eres tonto y tienes 25 años y en cas

Año sabático

Querida Isabel Segunda: he tenido conocimiento de que su nieto Guillermo le ha pedido dos años sabáticos antes de ponerse a trabajar de príncipe. Al parecer, de esta manera su matrimonio con Kate podrá ir echando sólidas raíces sin el incomodo de tener que fichar cada día. Me dirijo a usted para pedirle lo mismo: necesito dos años sabáticos, para ir desarrollando mi proyecto de vida. Ir a trabajar me supone una molestia tremenda. Ni puedo leer, ni puedo escribir, ni atender bien a mis hijos... Ya, me dirá que es usted la reina de los ingleses y que mi vida le importa un pito. Pues no debería, porque si usted me concede lo que le pido, escribiré preciosos egunones ponderando su magnanimidad. Tantos como me salgan. Quedo a la espera de sus noticias, que no dudo serán estupendas. Tenga cuidado el día de la boda, que me he enterado que va Mister Bean y seguro que le mete un langostino de pega en el plato. Rodep Aditxu Meng

Prejuicios y percepciones

A mi es que los videos de Rajoy me dan risa. Y sé que los hace con otra intención, pero no puedo. Todo desde que ví aquel en el que iba en coche sin cinturón diciendo que se iba a pasar unos días a Galicia a descansar, y que, hala, que pasáramos buenas vacaciones, que a pesar el Gobierno, esto iba bien, y que cuando ellos llegaran a gobernar, iba a ir todavía mejor. Ahora dice El País que ha publicado otro. Siempre está saliendo de viaje, oye, ahora a Canarias. Y dicen que dice, en el video, que espera que no le pregunten por Troitiño, porque él estos días solo habla del silbo gomero. Bromas aparte, me parece una estrategia muy bien estudiada. De hecho, la voy a aplicar inmediatamente. En cuanto Ana aparezca por esa puerta pidiendome quedarse en la verbena de San Jorge en Santurtzi le voy a soltar lo mismo, que yo solo hablo del silbo gomero. Lo gordo es que hay millones de personas en este país que aplaudirán el video y se deleitarán en su contemplación. Todo es un

Tendencias

Todo el mundo tiene días mejores y días peores. Andy Whittaker percibe, no obstante, una tendencia: a peor. Yo también. No sé si será el gris del cielo, el gris del suelo, o el gris de media altura, que me toca la conciencia y el cerebro. O la dichosa manía de María de cambiarme las cosas de sitio. Porque ni encuentro las cosas ni me encuentro a mí.

La fisioterapeuta espiritual

- Lo que nos ocurre a las personas es que estamos vinculadas con todo el ciclo de la vida y con la naturaleza en todas sus expresiones. Esta frase, leída en un libro de Paulo Coelho, no te extraña. Al fin y al cabo, no deja de ser una de esas cosas blandurrias, de las muchas que en sus novelas vienen encadenadas. Pero cuando la escuchas de labios de una de las fisioterapeutas del servicio de Electroterapia del Hospital de Palencia, a las ocho treinta de la mañana, en ayunas, sientes que algo fuera de lugar te remueve los oídos y las entrañas todas. Sobre todo cuando la paciente solo ha dicho que hoy se siente peor, esta maldita humedad, que no para de llover, por dios. Y cuando, además, ni siquiera lo ha dicho de motu propio, sino por educación, aunque le cuesta hablar, respondiendo a la pregunta de cada día: - Hola, Visitación, ¿cómo estás? Visitación es una santa, tiene más paciencia que Job y que yo en mis buenos tiempos, y cuando ha oído la perorata esa, como n

vacaciones

Ahora, como son vacaciones, a los enfermos las dolencias se les paran y se van de procesión. Entonces no hace falta ir a rehabilitación. Las rehabilitadoras se van a descansar unos días. Si te pasa algo, vas a Urgencias. Está todo organizado.

paquete

Estamos en tiempo de crisis. Y de medidas. Los políticos siempre se han caracterizado por adoptar medidas. La diferencia es que las medidas que ahora aplican los políticos siempre van en paquetes. Por eso, si le dices a un alumno al que has pillado fumando un cohiba en el patio que vas a tomar medidas, él te pregunta por el paquete: - ¿qué paquete? - ¿aquí las medidas no van en paquete? Pues vaya mierda de Colegio. Rubalcaba, siempre que anuncia medidas, van en paquete. Desde que me pasó aquello, dí orden de las medidas se tomaran siempre, al menos, de dos en dos, para poder hacer un paquete. Si no, parece que no has hecho nada.

el dolor y su expresión

Dice Andrew Whittaker que el que se aburre es porque no se fija en los detalles. Y dicho y hecho, él se puso a observar los que dice la gente cuando le duele algo. Vió que "ai" es el sonido que emite un francés en esa circunstancia, y que equivale al inglés "ow".  Le pareció maravilloso que algo tan natural como un grito de dolor tuviera una entrada de diccionario, y pensó que alguien debería confeccionar un pequeño manual con la lista de todas esas palabras en todos los idiomas del mundo. Diccionario Internacional del Dolor. Convencido de la necesidad de la empresa, se propuso acometerla. Las expresiones que yo utilizo cuando me duele no son, si de lejos, monosílabos. Casi todas empiezan por "me cago en..." y terminan de las más variadas maneras, así que tengo la impresión de que puedo contribuir a enriquecer el diccionario del señor Whittaker. Y si esto dura lo que parece que va a durar, más aún.

Siempre, o nunca o un instante

A Firmin le parece que todo va a durar para siempre, pero él sabe que nada dura para siempre, que nada existe más allá de un instante. Solo que cada uno medimos el tiempo de una manera. Por ejemplo, el Xavi me suele decir que yo siempre le digo que no, o que nunca le dejo hacer lo que me pide. Cuando le pido que deje el tuenti, Andoni me dice que un minutito , o que ahora mismito , pero siempre suele ser más. Y cuando a Ana le pides que te devuelva el modem usb de conexión a internet, suele decir que acaba en un ti-ta , que siempre es de media hora para arriba, aunque a veces son diez minutos. He resuelto tirar todos los relojes de mis hijos a la basura. De todas maneras, y en medio de esta enfermedad que me atosiga, la convicción de Firmin es la que mantiene alejado de la depresión: al final, en el decurso de mi vida, estos meses serán eso, un instante. O a lo mejor no, quien sabe.

Amor

Dice Firmin que malo es el amor no correspondido, pero que lo que verdaderamente puede hundirlo a uno es el amor no correspondible. Lo dice por que él es una rata, y el otro un ser humano. Pero es lo mismo que pasa entre un padre y su hija adolescente. Hasta que pasa el tiempo, y puede volver a haber reciprocidad en eso del amor. Hasta entonces, para no hundirse, querido Firmin, amueblar la cabeza con razones y al alma con perdones.

proyecto de vida

Dice Andoni que su profesor de Matemáticas es Ingeniero. Lo dice entre gestos de admiración. - Y podría trabajar en una central nuclear! Ya, le digo, pero ha elegido meterse en una clase de primero de la ESO, que es más peligroso. - Sí, eso dice él. Y luego le expliqué aquello que decía Andrew Whittaker de que no hay otro objetivo que convertir la vida en un activo manejable , sea en una central nuclear o en un Instituto. - ¿En un qué?

Visita

Señor Mazuelo: agradezco su intención de ir limando asperezas, pero no me apetece un pito que me visite. Y me parece de un morro indecente que me diga que quiere que le tenga preparada una botellita de vino de aguja, máxime teniendo en cuenta el estado en que me encuentro. Aunque traiga usted el jamón, que toda la escalera sabe, porque tufa cuando lo fríen, que es serrano de campofrío, una mierda para comer si no es con pan con tomate, que por supuesto no me voy a tomar la molestia de preparar. Con todo, lo recibiré. Yo me prepararé un vermú blanco doble on the rocks para que se me pase más rápido el mal rato. Aprovecho para decirle que se traiga preparada la respuesta a las siguientes preguntas: por qué su esposa cuelga siempre la ropa empapada mojando la mía, por qué canta la bien pagá por el patio a todas horas y por qué no han pagado ustedes jamás una derrama. No digo más, no quiero ser desagradable en una carta. Adiós. Rodep Aditxu Meng

Formación literaria

Dice Firmin que si hay algo para lo que resulte útil una formación literaria, es para dotarlo a uno de un sentido de la catástrofe, que no hay nada como una imaginación vívida para desvitalizarle a uno el valor. Eso es lo que me pasa. Que he leído tanto que el valor para enfrentarme a las cosas lo perdí con la inocencia, y ahora solo me queda esperar al siguiente ataque de la desgracia. No puedo cortarme las uñas de los pies. No puedo recoger las cosas que se me caen al suelo.  Y se me cae todo, oye. No puede hacerme dos huevos con chorizo, ni uno, ni nada en la cocina. No puedo salir a ver el sol que visita mi ventana. Y mañana será peor, ya verás. Y todo por leer tanto, que si lo sé...

domingo

Estimada vecina: gracias por sus deseos de que pase un buen domingo. En realidad, mi domingo va estupendamente, aunque promete ser, a medida que avance el día, la misma mierda de siempre. Eso sí, después de la ducha me siento otro.  Igual de inútil, pero otro. Cuidese esos mocos, que los veo volar por el patio. Rodep Aditxu Meng

diagnóstico

Muy señor traumatólogo: Tengo dos hernias discales centrales, en L4-L5 y en L5-S1, sin compromiso radicular, y cambios degenerativos.   Me he aprendido este diagnóstico de memoria para repetirselo al traumatólogo rehabilitador, al que veré mañana en el Hospital, y que vea que sé lo que me pasa y que sé que se trata con paciencia. Le diré también que se me ha acabado, a ver qué me recomienda él. No sé a qué se ha debido todo ese desajuste de mi organismo. Eso lo sabrá usted. Yo solo dormía cinco horas cada día, trabajaba como un cabrón, en casa y fuera, corría seis kilómetros por las tardes y cargaba las bolsas los quinientos metros que hay del Eroski a casa, doce kilos en cada hombro y otros cinco en cada mano, procurando emular a Iñaki Perurena, sin hacer paradas aunque los dedos se me quedaran sin riego sanguíneo.  Si me opero o no me opero se decidirá el día de San Isidro, que es para cuando tengo la cita urgente con usted. Todo esto que le digo es para que es

la charla pendiente

Estimada señora: Sólo de pensar que para el 26 de mayo puedo no estar en condiciones de dar la charla para la que me contrataron en la Asociación de Madres Triunfantes me entran ganas de morir. De matarme, sería más correcto decir. De hecho, entre mi mujer y los hijos que tengo acaban de separarme del montón de pastillas que pueblan la mesilla de mi cuarto diciendo no, no lo hagas, no seas tonto, que la vida es muy bonita y solo faltan doce años para volver a ganar al Madrid, no lo hagas aita, piensa en que algún día aprobaré inglés, y te dará un alegrón, y yo no me pondré dos días seguidos los calzoncillos si tienen palominos, te lo juro, no lo hagas, aitaaaaaa. Tengo también otra charla comprometida para finales de mayo en la Asociación de Padres Peleones en Madrid. Y ahora, en el tiempo de la preparación de estas charlas, dedico cada día cuatro o cinco horas a trabajar, en esos y otros asuntos que no tengo por qué explicarle. Y en ese rato de trabajo me s

criticar, criticar...

Criticar, criticar, la gente solo sabe criticar. Para una vez que a la presidenta Aguirre se le ocurre una buena idea, hala!, venga a darle por todos los lados. Su idea consiste en juntar en el mismo centro a todos los alumnos brillantes, para que su rendimiento no se vea lastrado por el montón de ineptos que llenan las clases de los colegios de la Comunidad de Madrid. Pues a mi la idea me parece buena, aunque habría que complementarla con algunos retoques. Veamos. Lo primero, los nombres: llamaría Colegio Megastar al del párrafo anterior. Y cogería, después, al resto de los alumnos, para dividirlos en Colegios. Empezaría por todos los alumnos buenos-no-brillantes, los de notable y así, y también los juntaría. Para esto harían falta tres o cuatro centros, porque no cabrían en uno. Los podríamos llamar Colegios para empollones. Luego cogería al montonazo de alumnos de suficiente, que aprueban raspado y que si se despistan suspenden y los juntaría. Para hacerlo sería ne

predicción

Dice Firmin que consumido a diario, hasta el más deleitable de los manjares acaba hartando. Se me ocurre un ejemplo, las aplicaciones en el móvil, que le pirran a tanta gente. Algunas tiene su gracia, pero la acumulación, que tienes que ir con un disco duro pegado al móvil, acaba hartando. Ahora ha salido una que predice un éxito musical cuatro semanas antes de que se produzca. Cosa mas tonta... ¿Y qué haces con eso? ¿Organizar una fiesta el viernes por la noche en tu casa y hacer sonar el futuro éxito todo el rato para dártelas, dentro de cuatro semanas, de adelantado a tu tiempo, en esto del olfato para el éxito musical? ¿Tener tema de conversación para el rato del café? ¿Ir creando una coreografía para cuando el tema ese suene en la discoteca, el mes que viene, y así, mientras todos hacen el mono en la pista diciendo pero esto qué es, tú estés ya haciendo giros y piruetas como si fueras el rey del mambo? Valiente melonada. Puestos a predecir, que predigan si vamos

Ingesta

Infestar no es lo mismo que ingerir, pero cuando se nominalizan ambos verbos, ingesta me suena a infesta, y por esta razón tan estúpida, voy a escribir hoy sobre las espinacas. Hasta hoy, el mensaje de una madre como debe ser a su hijo era tienes que comer muchas espinacas, como Popeye, para ponerte fuerte. Una tontería como otra cualquiera, por dos razones. Una tiene que ver con el carácter propio de la generación presente, que no sabe quien es Popeye porque no lo ponen en la tele, y si quieres que sepa quien es tienes que comprarte un video de Popeye y no veas la cara que pone el del video club cuando le pides eso. La segunda razón es intergeneracional, y tiene que ver con el lamentable aspecto de unas espinacas hervidas. A ver qué ser humano de siete años para abajo ve eso y dice mmm, qué rico. El caso es que había que comer muchas espinacas, y que los padres lo intentaban, con mayor o menor interés, pero ponían algo de carne en el asador. Pues acabo de leer que la

spam

A Firmin infestar le parece una palabra interesante. Dice que la gente normal no infesta, por más que se empeñe. Y que cuando te pones a infestar, estás buscándote un lío. Pues no estoy de acuerdo, porque yo tengo el buzon de entrada de mi correo electrónico infestado de mensajes absurdos que alguien ha mandado, un ser humano, y además, sin ninguna conciencia de estar buscándose ningún lío. Y cuando los borro aparecen nuevos. En el rato que llevo escribiendo este bonito egunon, he sido seleccionado para unirme al panel HIving, que no sé lo que es ni me importa, he sido invitado por Fosco a disfrutar de la elegancia y de la distinción del color arena, y por ya.com a disfrutar de un adsl de 10 megas por solo 9,95 euros al mes, que no se lo creen ni ellos, y además me han ofrecido conseguir dinero extra convirtiéndome en distribuidora avon. Con todo, infestar es una palabra interesante. Y más interesante me parecería infestarles a ellos, a HIving, a Fosco, a ya.com y a

Café. Y vino.

Dice Firmin que los libros, así, por término medio, saben a lo mismo que huele el café . Pero la verdad es que no todos lo libros son iguales, ni dejan el mismo sabor en la boca. Por término medio sí, estoy de acuerdo con Firmin. Por término medio los libros saben a lo mismo que huele el café. Pero luego hay que considerarlos uno a uno. Hay libros cuya lectura es lo mismo que caminar sobre una espesa capa de yeso . Andy Whittaker lo dice así: uno piensa, al terminar una frase interminable, sin verbo ni sujeto en lontananza, y habiendo por fin alcanzado la relativa seguridad de un punto y seguido, uno piensa que no podrá con la próxima frase, que no tendrá suficiente fuerza de voluntad para despegar la bota de la masa pegajosa y proyectarla penosamente hacia delante, para volver a hundirla en el paso siguiente; hasta que al final sucede que de veras no puede uno más, y se abstiene, y llega el momento de dejar que el conjunto se nos caiga del regazo al suelo (Sam Savage, E

Ando

Como tratándose de personas fallecidas, urgar en sus cosas le parece a Firmin investigación, y no cotilleo, se puso a mirar los cuadernos de Jerry Magoon. Los cuadernos estaban llenos de ideas maravillosas, algunas de las cuales llevó a la práctica en sueños. Yo llevo tiempo soñando que ando. Y voy a hacer como hace Firmin. No convertir los sueños en realidad, valiente chorrada, sino llevar a la práctica las cosas, pero en mis sueños. Y pasa así: ando. Se puede añadir algún adverbio (ando malamente ) o alguna locución adverbial (ando como un pato ). Se pueden poner interjecciones. Muchas, como en los sms de mi hija (ando!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!). Pero para qué. Ando. Miro la palabra y en si misma me parece un milagro. Como un pato, sí. Malamente, pues también. Pero ando. Puedo dar hasta diez pasos sin dolor. ¿Sabéis lo que es? Ya me extraña. Vosotros, los humanos, podéis levantaros a tomar un café y no contáis los pasos que dais hasta la máquina. Podéis bajar a por

Locos

Dice Firmin que por pequeño que seas, nada te impide estar tan loco como el que más. Yo estoy más que de acuerdo. Sin ir más lejos, fijate en los niños. Están como una regadera. Hay uno que se pasa la tarde subido a un magnolio. Lo veo desde mi ventana. El chaval habla solo, canta canciones de Shakira para si mismo, y sube y baja de la rama con frenesí. Una o dos horas cada tarde de repertorio. Hay otro que conozco que solo come salchichas de frankfurt con mayonesa, ketchup y mostaza de la marca Prima. Para desayunar, comer, merendar y cenar. En esta locura cuenta con un cooperador necesario: su madre. Se le está poniendo al niño una cara... Y hay una niña que va a misa todas las tardes a las siete y media, con su madre. Dice que le gusta, y que sobre gustos no hay nada escrito, y que para gustos están hechos los colores y tal y tal. Sinceramente, a mi me parece un rasgo de enajenación mental que espero que se le pase con el transcurrir del tiempo y de los acontecim

Un sistema

Norman Shine es el librero de Pembroke, en Boston. Y cuenta Firmin  que su sistema para encontrar un libro en las estanterías de la librería es infalible: consiste en colocar los libros en su sitio y más tarde, cuando hace falta, encontrarlos en seguida. Una vez no funcionó, pero eso no desacredita el sistema. El sistema es perfecto. A mí, en cambio, no me funciona nunca. Y lo sigo a pie juntillas. Punto uno, coloco el libro en su sitio, y punto dos, cuando lo busco, no lo encuentro casi nunca. Me pasó anteayer con la aventura del tocador de señoras. Así que va a ser que entre el punto uno y el punto dos hay un punto intermedio que no alcanzo a ver. Por más que lo intento.

M 80

He leído en algún sitio que todos necesitamos de los recuerdos, aunque no sé muy bien para qué. A mí se me están olvidando todos los recuerdos. De tanto escuchar M 80, el tiempo al que correspondían las canciones se ha vuelto tiempo presente, y el recuerdo al que se incorporaban se diluye como un azucarillo en el océano. Ahora escucho el da ya think I´m sexy y me acuerdo de mi mismo cruzando el puente de Róntegi para ir a trabajar un día de esos cotidianos cualesquiera. Así me quedé sin adolescencia, y no me importó, porque no recuerdo haber recordado nada de mi adolescencia que merezca la pena ser recordado. Pero no sé qué voy a hacer cuando esa invasión de presente llegue a mis veinticinco años, y no me apetezca dejar de recordar las cosas que pasaron entonces. Así que he dejado de escuchar esa emisora.