Estimada vecina:
gracias por sus deseos de que pase un buen domingo. En realidad, mi domingo va estupendamente, aunque promete ser, a medida que avance el día, la misma mierda de siempre.
Eso sí, después de la ducha me siento otro.
Igual de inútil, pero otro.
Cuidese esos mocos, que los veo volar por el patio.
Rodep Aditxu Meng
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