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Se me va poblando el cielo
de rostros y corazones,
se va volviendo mi hogar,
llenándoseme de nombres.

No es ya un extraño país
lejano en el horizonte,
es cita donde me aguardan
pupilas que me conocen,
labios que me dieron besos,
pieles que llevan mis roces.

Se me va poblando el cielo
de rostros y corazones,
de gestos ya conocidos
de amor, de abrazos que acogen,

en los que revivir puedo
amadas palpitaciones,
y tantos y tantos sueños
que aguardan consumaciones.
Se me va poblando el cielo
de rostros y corazones:
me gusta saber que Dios
prepara para los hombres
Paraísos que permiten
recuperar los adioses.

Allí se me van llegando
uno a uno mis amores,
con besos hoy silenciosos
que tendrán resurrecciones.

Se me va poblando el cielo
de rostros y corazones,
se va volviendo mi hogar,
llenándoseme de nombres.

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