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Mostrando entradas de marzo, 2016

¿Cómo que ay!?

Egunon Mikel, Un día de estos pasados en los que llovía con mala leche, vertical y duro, salí a la calle sin paraguas, como suelo hacer siempre que voy "aquí al lado", que es adonde voy el 90 por ciento de las veces, porque total... Delante de mí, por la avenida, iba una señora pequeña con su paraguas ladeado y haciendo eses. La adelanto por la derecha, pensé, y se iba a la derecha, pues por la izquierda, y se iba a la izquierda, pues espero y paso por la izquierda, porque ahora se irá a la derecha, y se iba más a la izquierda, pues me pongo a rebufo y la paso en un descuido, y se descuidó tanto que cuando estaba a su altura me dio un paraguazo bien dado, desparramando toda el agua del cantábrico en mi chamarra empapada, ya de antes. - ay!, dijo. - ¿cómo ay?, contesté, ay, yo! - pero qué mal genio, por Dios..., replicó. Me torean, me pegan, me mojan, me insultan, y se me llena el alma de sentimientos culpables. No estoy hecho para la convivencia urbana.

Ruido

Egunon Mikel a las seis de la mañana las cosas funcionan en modo silencio, salvo en dos lugares, que yo conozca: el Hospital de Cruces, donde las enfermeras, auxiliares y celadores abren y cierran las puertas de las habitaciones en las que intentan descansar los enfermos haciendo el máximo ruido posible, y la cafetería del aeropuerto de Bilbao, donde trabajan haciendo más estrépito que en una mascletá de Valencia. Pasar el control de embarque me produce tal desasosiego, siempre, que tengo que tomarme un café, aunque ya haya desayunado. Los viajeros, en parte porque a esas horas no han dicho ni seis palabras todavía, adiós cariño, hasta la noche, que tengas buen día, o qué le pasa al coche ahora, y poco más, hablan bajito, las cuerdas vocales no están para excesos, aún. Estas personas silenciosas demandan atención, tampoco mucha, la justa, un café, un bollo de mantequilla, sacarina, por favor, y se encuentran del otro lado de la barra un servicio ruidoso y displicente, cuatro person

Sonríe. Somos el Athletic.

Egunon Mikel, esta mañana te vas a encontrar en la prensa con opiniones sobre el partido de anoche. Como éstas: que el Athletic jugó mal, o peor que mal, o desastrosamente, o que hizo un partido horroroso, o que se olvidó de ser él mismo. O que no mereció clasificar. Bueno, cada uno puede opinar lo que quiera. Y más sobre fútbol, faltaría más. Mi opinión es esta: que algunas veces nos olvidamos de que somos el Athletic, y no el Barça, ni el Bayern. Que si miras la eliminatoria al completo, desde que empezó el día 10 en Bilbao, el que tuvo suerte de llegar tan lejos con posibilidades fue el Valencia. Y que ayer los futbolistas de Bilbao se agarraron al partido como náufragos a un trozo de madera. Y que hace sol, la primavera se acerca y a las 13:00 se sortean los cuartos. Aúpa Athletic!!