Ser del Athletic es algo muy bonito. Eso lo sabe todo el mundo. Pero rara vez se pondera lo educativo que es para las personas. Haciendo de cualquier manera la media de los últimos 35 años, que es de lo que me acuerdo, de cada tres partidos, el Athletic gana uno, empata otro y pierde otro. Es como vivir. De tres, empatas una, pierdes otra, y, con suerte, ganas la tercera. Los domingos, lo mismo que entre semana, y al revés.
Los
del Madrid y los del Barça lo tienen mucho más más difícil, porque de diez ganan ocho, empatan
uno y pierden otro, la mayor parte de las veces contra el mismo. Por eso, cuando un madridista o un culé superan un revés de esos que te da la vida, la cosa tiene mucho mérito, me parece a mí, porque no tienen costumbre. Los domingos son un paréntesis, un irse de la vida para tocar el cielo dos horas, y luego entre semana pasa lo que pasa, que no hay Ronaldos ni Messis que lo arreglen todo con una genialidad.
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