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Año sabático

Querida Isabel Segunda:

he tenido conocimiento de que su nieto Guillermo le ha pedido dos años sabáticos antes de ponerse a trabajar de príncipe. Al parecer, de esta manera su matrimonio con Kate podrá ir echando sólidas raíces sin el incomodo de tener que fichar cada día.

Me dirijo a usted para pedirle lo mismo: necesito dos años sabáticos, para ir desarrollando mi proyecto de vida. Ir a trabajar me supone una molestia tremenda. Ni puedo leer, ni puedo escribir, ni atender bien a mis hijos...

Ya, me dirá que es usted la reina de los ingleses y que mi vida le importa un pito. Pues no debería, porque si usted me concede lo que le pido, escribiré preciosos egunones ponderando su magnanimidad. Tantos como me salgan.

Quedo a la espera de sus noticias, que no dudo serán estupendas.

Tenga cuidado el día de la boda, que me he enterado que va Mister Bean y seguro que le mete un langostino de pega en el plato.

Rodep Aditxu Meng

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