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Siempre, o nunca o un instante

A Firmin le parece que todo va a durar para siempre, pero él sabe que nada dura para siempre, que nada existe más allá de un instante.

Solo que cada uno medimos el tiempo de una manera. Por ejemplo, el Xavi me suele decir que yo siempre le digo que no, o que nunca le dejo hacer lo que me pide. Cuando le pido que deje el tuenti, Andoni me dice que un minutito, o que ahora mismito, pero siempre suele ser más. Y cuando a Ana le pides que te devuelva el modem usb de conexión a internet, suele decir que acaba en un ti-ta, que siempre es de media hora para arriba, aunque a veces son diez minutos.

He resuelto tirar todos los relojes de mis hijos a la basura.

De todas maneras, y en medio de esta enfermedad que me atosiga, la convicción de Firmin es la que mantiene alejado de la depresión: al final, en el decurso de mi vida, estos meses serán eso, un instante.

O a lo mejor no, quien sabe.

Comentarios

  1. Sea el tiempo que dure la enfermedad, siempre se hace largo. Ya lo demostró Einstein, porque a él la infancia se le hizo larguísima, seguro, mientras oía decir a sus profesores que no era muy despejado. Y luego ocurrió que lo que faltaba era capacidad a sus coetáneos y a sus predecesores para comprender los argumentos de sus descubrimientos.

    Es que la vida es pura paradoja.

    El otra día comentaba Saioa que ya no podía acordarse de cómo era la vida sin Guzki y resulta que la perra lleva en casa algo menos de 7 años. "Anda andará" que ella va cumplir 27. Pero ya se sabe aquello que dice esa canción: "sentir... que veinte años no es nada...."

    Y si 20 años no es nada, qué van a ser un par de meses, de intenso dolor eso es verdad, pero en definitiva apenas un pequeño soplido en el huracán de la vida.

    No sé si te has caído hace poco, vamos que sería lo que te faltaba, pero es para que recuerdes esos segundos que dura la caída, que mientras caes, la percepción del conjunto es extraña, intensa, de desequilibrio, sensación de descontrol e impotencia y como remarcada en el tiempo, un montón de sensaciones agolpadas en tan poco rato, que hacen como que quede dilatado. Y qué ha sido realmente, unos instantes.

    Así que con tu enfermedad será parecido. Vamos a dejarlo en un instante dilatado como mucho, con la cantidad de meses y años en los que vas a encontrarte bien después, y más si los juntas con los meses y años antes que estuviste perfectamente. Un momento puntual entre el antes y el después. Nada es para siempre, bien lo sabe Firmin, y será una rata, pero muy experimentada, reflexiva y leída.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. "Siempre nos estamos chocando"- decía mi hijo saliendo del coche una desafortunada tarde en que al, titubeante coche de delante -que si paro que si no -, le dí un golpecillo.(Hacía un año le habían dado un tantarantán al nuestro estando aparcado)

    La cara del munipa era todo un poema!

    Pero claro; dos años/ dos choques, cuando se tienen seis...¡Hombre, es toda una marca!!

    "Pa siempre, Dios; que decía mi tía abuela"

    En na, no querrás ni acordarte; señal de que ya ha pasado.

    Buen día.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.