Norman Shine es el librero de Pembroke, en Boston. Y cuenta Firmin que su sistema para encontrar un libro en las estanterías de la librería es infalible: consiste en colocar los libros en su sitio y más tarde, cuando hace falta, encontrarlos en seguida. Una vez no funcionó, pero eso no desacredita el sistema. El sistema es perfecto.
A mí, en cambio, no me funciona nunca. Y lo sigo a pie juntillas. Punto uno, coloco el libro en su sitio, y punto dos, cuando lo busco, no lo encuentro casi nunca. Me pasó anteayer con la aventura del tocador de señoras.
Así que va a ser que entre el punto uno y el punto dos hay un punto intermedio que no alcanzo a ver.
Por más que lo intento.
A mí, en cambio, no me funciona nunca. Y lo sigo a pie juntillas. Punto uno, coloco el libro en su sitio, y punto dos, cuando lo busco, no lo encuentro casi nunca. Me pasó anteayer con la aventura del tocador de señoras.
Así que va a ser que entre el punto uno y el punto dos hay un punto intermedio que no alcanzo a ver.
Por más que lo intento.
Que "haberlas, hailas"; que no se ven, pero están por todas partes. Casi siempre son diminutas, y se cuelan por aquí..., por allá. Como no las ves, no puedes luchar contra ellas y cuando crecen..., cuando crecen, ya no tienes nada que hacer.
ResponderEliminar