Son bonitos estos días de prematriculas en la escuela, porque buscando acabar con los miedos de los padres primerizos se emiten mensajes lechuguinos, como ese de las Ikastolas, en los que se subraya que al hijo de uno lo tratarán "de lujo", en un ambiente agradable y acogedor. De aprender a hacer la o con un canuto no decía nada el anuncio, pero eso tampoco importa tanto, porque cuando vives sumido en el lujo, esas chorradas son accesorias. Y más en la escuela.
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.
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