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¿Qué contaminación?

Vengo de Madrid, y doy fe de que lo que dicen de la contaminación es mentira. La capa de mierda está muy arriba. De hecho, cuando el avión la atraviesa hace así una especie de trastabillón. Pero luego vas por la calle y no se nota. Apenas ví ambulancias. Y en la avenida Moratalaz dos cadáveres de perro con las mucosas llenas de CO2 y una anciana con mascarilla. Nada.

Comentarios

  1. contaminación... contaminación... ¿qué es eso? ¿un nuevo tipo de marisco?

    No hay de qué preocuparse. Se cambian de ubicación las estaciones de toma de datos a lugares alejados del centro, bien aislados, en el monte, entre pinos y... ZAS! ya no hay contaminación. La gente puede ir tranquila por la calle y si le lloran los ojos es que es muy empático.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.