Casi nunca hablo catalán en la intimidad.
Casi nunca espero nada de la vida cuando me levanto por las mañanas, y por eso cualquier chorrada me sabe a gloria.
Casi nunca me fijo en la mujer de otro, y si me pasa, me imagino que es como Ana Botella, y se me pasa.
Casi nunca me duermo al volante, pero cuando me duermo monto un lío...
Casi nunca espero nada de la vida cuando me levanto por las mañanas, y por eso cualquier chorrada me sabe a gloria.
Casi nunca me fijo en la mujer de otro, y si me pasa, me imagino que es como Ana Botella, y se me pasa.
Casi nunca me duermo al volante, pero cuando me duermo monto un lío...
Me gusta el casi; nunca digas nunca.
ResponderEliminarY..., el catalán, suena bien.
Y dejar que el día se escriba solo, es lo mejor.
Y hay mujeres de otros..., que de Botella nada.
Pero por favor, una mayor dosis de café o de horas de sueño -si no quedara otro remedio- para que el últmo de los casi nunca, no merezca ser mentado.
Buen día!
Pues me voy a lanzar con algún nunca:
ResponderEliminarNunca he sido desleal a un amigo.
Nunca tendré más de dos hijos.
Nunca fui infiel a mi marido.
Nunca imaginé llegar a ser tan despistada.
Nunca conseguiré viajar tanto como quisiera.
Nunca más joven que hoy.
Nunca miento al médico.
Nunca llegué a imaginar lo que se puede querer a los hijos.
Nunca traicionaré a mi perra.
Nunca pensé que me cansaría la enseñanza.
Nunca imaginé que tendría una pre-vejez tan jodida.
Nunca seré una estrella de cine de Hollywood.
Nunca he deseado tanto veros como últimamente.
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