El inicio del inicio tiene su explicación en que la desviación de dos
puntitos en el déficit público parecen una tontería, pero son 20.000
millones de euros. En las fechas anteriores a la toma de posesión del
nuevo gobierno las delegaciones del PSOE y del PP estuvieron hablando
cordialmente sobre el traspaso de poderes, y sobre el traspaso de marrones. De las reuniones
salían todos con una sonrisa de oreja a oreja, pues no son tan malos,
estos rojos, decían unos, pues no son tan fachas, decían otros, ji, ji,
ja, ja. Ahora hemos descubierto que la pregunta acerca de cuánto hay en la caja, o de
cuánto falta en la caja, no se hizo, y resulta que en el caja hay
menos de lo que se esperaba el PP. Ana Mato se dio cuenta cuando fue a
pagar la nueva alfombra de IKEA de su despacho, al que quiere dar un
aire más funcional. Fue a por chines, y a ver, a ver... pues no que me
faltan 16 billones de pesetas, va a tener que volver usted mañana. Si es
que nunca sé donde pongo el dinero suelto.
Ay, ay, ay, a un tecnócrata nunca le hubiera pasado eso, pero nuestros políticos, aun los economistas políticos, siguen haciendo todo con la cuenta de la vieja, y así no puede ser.
Ay, ay, ay, a un tecnócrata nunca le hubiera pasado eso, pero nuestros políticos, aun los economistas políticos, siguen haciendo todo con la cuenta de la vieja, y así no puede ser.
¡Socorro, qué futuro y encima se ganan puestos vitalicios!
ResponderEliminarQue San Telmo y San Mamés rueguen por nosotros. Amen.