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Old Trafford

El vecino debe ser del Madrid. O anarquista. Porque cuando al filo de las 11 de la noche gritábamos los tres de felicidad con el gol de Muniain, nos dió unos toquecitos en la pared. En eso ha cambiado la historia, porque en buena ley, a nadie de Bilbao se le ocurre recriminar a otro de Bilbao que canta un gol del Athletic.

Da igual. Yo, que cumplía ayer 17 años de padre, y que ejerzo siempre que puedo, iba diciendo a mis hijos que se fijaran bien, que disfrutaran, que ser del Athletic es ser distinto y muy bonito, que algún día les preguntarán si nos vieron tomar Old Trafford y tendrán que contarlo. Ahora les he dado un infurelax para que puedan dormir. Yo no, para qué dormir, que el fútbol sirve para eso, para tener una razón, aunque sea miserable, para mirar un poco por encima la mierda de todos los días.


Comentarios

  1. ¡Hombre! Tanto como miserable yo no diría. Intranscendente, pero tampoco es fútbol, es el Athtetic, que no es lo mismo.

    Una gozada de noche de color rojiblanco.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.