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Viva el ministro, por dios (vamos, Mikel, txapeldun!!!)

Un ministro del Gobierno de Rajoy acabó en el ministerio de Educación porque sabe mucho de encuestas. Es lo lógico, porque en Educación se hacen muchas preguntas. Va a quitar la asignatura de Educación para la Ciudadanía y la va a sustituir por otra en la que se traten cuestiones menos controvertidas y menos susceptibles de adoctrinamiento ideológico. Pasa por alto que en una hora semanal, que es lo que dura la asignatura, no hay quien adoctrine a nadie. Adoctrina la tele, a la que los educandos dedican más de veinte horas a la semana, y con ella no se mete. Pero como yo soy una persona cooperadora y poco conflictiva, sugiero temas para trabajar en esa hora. Temas nada controvertidos y en los que nadie podrá adoctrinar a nuestros hijos. Por ejemplo, la variada gastronomía de las tierras de España, o trajes regionales de nuestra rica y variada cultura española, o danzas y folklores regionales de la única nación de todos los españoles, que es España, o ayer y hoy de La Roja, o costura, mira, que si dedicaran una hora a la semana a coser los tomates de los calcetines, eso que nos ahorrábamos en casa.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.