Ir al contenido principal

Egunon

Egunon.

Nos conocimos por carta, y me conociste escribidor (escritor es otra cosa). Es difícil, después de veintidós años, decir cosas bonitas que no haya dicho ya alguna vez, sobre todo en aquella primera etapa. Y yo no quiero hacer un recopilatorio, como los cantantes que ya no tienen nada nuevo que cantar, o como los poetas abandonados por las musas. Ahora que me he hecho escritor (bueno, más o menos), quiero volver a ser(te) escribidor.

Pero la tarea de decirte algo bonito en tu cumpleaños es bien complicada.

Tú no lo pones fácil. A veces:
- qué guapa estás
- estoy gorda

Otras veces:
- hala!, qué guapa estás hoy.
- Tú siempre me ves guapa, no es significativo.

Y otras:
- no sé para qué te cambias tantas veces de ropa, si tú estás guapa con cualquier cosa que te pongas.
- Ay, calla!, si a ti te parece bien todo…

Por otro lado, ni yo ni mi alma estamos para muchos trotes verbales. Las palabras se han acostumbrado a mi tristeza, y no me salen limpias, ni claras, ni optimistas. Así que tengo que copiar a alguien. Como sea.

Elijo a Neruda, que sin conocerte ni conocerme dijo que "es en ti la ilusión de cada día", que "para mi corazón basta tu pecho" (que en ningún otro sitio estará mejor guardado, añado).

Y yo le copio y te lo digo en la hora de desearte, otra vez, que seas feliz.

Trapagaran, 7 de noviembre de 2012

Comentarios

  1. Que bonito. Que sigas siendo escribidor y que lo sigais celebrando juntos y todo lo felices que os permita la vida...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.