Ir al contenido principal

Investigaciones privadas

Como ultimamente no tengo nada importante que hacer en la vida, me instalé el balcón a observar el proceso de secado de la ropa, pertrechado de una gorra con visera y de una silla de director de cine que me regalaron por mi cumpleaños, sabiendo ya que el resto de mi vida lo pasaría, fundamentalmente, sentado. Tocaba la punta de una toalla y me sentaba a esperar en la silla. A los cinco minutos la volvía a tocar, y anotaba mis observaciones en una libretita verde: progresión de secado, tanto, tiempo esperado de secado total, tanto. Hacía lo mismo con otros tejidos, como algodón, lana, etc. También anotaba las variaciones climatológicas: a las diez cincuenta y ocho el cielo se cubre parcialmente con una nube de tales dimensiones, o a las once y veintidós se levanta un viento del noroeste de tantos kilómetros por hora de velocidad, todo calculado a ojo, e introducía en los cálculos efectuados las variaciones oportunas. Así hasta que la ropa estaba completamente seca. Mi trabajo exige concentración plena, así que no puedo contestar al teléfono, ni al 1004 ni a nadie. Ahora no sé que hacer con estas tres hojas del cuadernito verde, pero como últimamente no tengo nada importante que hacer en la vida, ya dedicaré una mañana a pensarlo.

Comentarios

  1. Es muy probable que si envías tus observaciones y anotaciones exhaustivas al departamento de Físisca-Química de la Universidad del País Vasco u otro similar, les sirve cuando tengas las anotaciones a lo largo de todo un año y sus correspondientes cambios de estación, para realizar una tesis doctoral "had. hoc".

    No va a ser menos interesante que el estudio realizado, con profundidad, seriedad y cálculos matemáticos sobre " si no mojamos menos cuando corremos bajo la lluvia: "http://www.enchufa2.es/archives/confirmado-otra-vez-si-llueve-corre.html" que ya he encontrado por ahí.

    No hay casi nada que nos parezca intrascendente, que no sirva a un científico friki, para sus investigaciones. Luego el futuro descubrirá a qué se le puede dar aplicación. Y tú, desde tu silla, sentado y poniendo el cerebro a funcionar, favoreciendo a las investigaciones y logros del futuro. Que igual, por otra parte, saquen de la silla a alguien (no como en tu caso que es para poco tiempo) sino a aquel que lo tenga para más largo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.