Ya expliqué que ir a misa con Xavi los domingos es algo cargado de
momentos de plenitud. Ayer, como celebrábamos la Navidad, los niños
hicieron un teatrillo con una figura del niño Jesús en el medio, al
parecer porque no había un bebé que aguante quieto una misa. Me preguntó
a ver por qué el niño Jesús tiene tanto pelo si es un bebé, y yo le
dije que era un problema de hormonas, que es el tema que estoy dando
ahora en Ciencias de 2º de la ESO. También le dije que las concepciones
virginales vienen cargadas de un montón de interrogantes que nunca han
sido investigados, porque no hay universidad americana que se preste a
eso, por muy prestigiosa que sea, porque ninguna quiere jugarse su
prestigio. Y asintió con la cabeza, porque no discute la autoridad con
la que hablo de estos temas. Ni de otros.
Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
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