Al Xavi no le gusta nada ir a misa los domingos. Que si es un rollo, que
si no entiendo nada, que si perdóname un domingo, que si por un domingo
que no vaya... No me extraña que no entienda nada ni que lo considere
un rollo. Pero hay que ir. Y como tiene muy buen perder, el otro día
dijo que iría sin protestar, pero que necesitaba un calzado adecuado. Y
como yo también tengo muy buen ganar, y no tengo otra cosa que hacer en la vida, le compré unos zapatos negros de
cordones. Aprovechando el tirón, cuando se los pone en casa para
hacerlos al pie le hago rezar un misterio del rosario.
Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
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