Ir al contenido principal

El rosario

Al Xavi no le gusta nada ir a misa los domingos. Que si es un rollo, que si no entiendo nada, que si perdóname un domingo, que si por un domingo que no vaya... No me extraña que no entienda nada ni que lo considere un rollo. Pero hay que ir. Y como tiene muy buen perder, el otro día dijo que iría sin protestar, pero que necesitaba un calzado adecuado. Y como yo también tengo muy buen ganar, y no tengo otra cosa que hacer en la vida, le compré unos zapatos negros de cordones. Aprovechando el tirón, cuando se los pone en casa para hacerlos al pie le hago rezar un misterio del rosario.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.