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Un día va a haber un disgusto

A la gente que trabaja en los quirófanos hay que dejarla en paz, y no agobiarle con cosas del mundo exterior. ¿Qué es eso de que suene un móvil en plena anestesia para recordar a uno que coja el pan cuando vuelva a casa?.

- ¿de media cocción, como siempre? ¿grande o mediana?

Hombre, le da un barrniz de humanidad a la intervención, pero a veces desconcentra.

O que te llamen del Colegio para decir que tu hija se ha puesto mala y está vomitando en el baño, que a ver qué hacen con ella.


- pues ahora no puedo ir porque estoy cogiendo una via. Voy en seguida.

Y luego tienen en la cabeza que a qué hora cierran la panadería y qué hace ésta vomitando si le he dado un Saldeva esta mañana.

Y si estás pinchando para poner el suero, como la cabeza no está en la aguja ni en el brazo sino en el Jefe de Estudios del Instituto, pues te sale mal, le haces un daño del carajo al pobre que va ser intervenido, le rompes la vena y todo el suero empieza a irse por ahí, por el brazo, buscando un sitio para estar, como las gotas encima del onduline bajo teja.

Y,  cuando ya en la UCI, y al cabo de un rato, ven que el paciente va teniendo un brazo como el de Popeye y el otro delgadito, como la persona en sí que es, alguien da la voz de alarma, quita el suero y drena el brazo, igual que se drena San Mamés cuando está encharcado, con baldes.

Si es que no dejamos a la gente en paz, tanto móvil y tanta leche. Y luego las cosas salen hechas una mierda.

Y un dia va a haber un disgusto.

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