Todos los famosos recuerdan su infancia. Lo felices que eran jugando en la calle y rompiendo pantalones o las estrecheces que pasaron en su casa.
Como le pasaba a Andy Whittaker, yo poseo, como todo testimonio de mi existencia en el pasado, unas cuantas fotos en blanco y negro y un libro de escolaridad.
Eso hace que me retraiga bastante en las relaciones, porque en las cenas, cuando la gente se pone a hablar de sus recuerdos, llegan tan atrás que me acomplejo. Y no me queda más remedio que inventarme los míos, como hacía el protagonista de El lamento del perezoso. Y luego tengo que grabar esas ficciones en la memoria por si alguien me las repite algún día:
- anda!, como cuando tú te estrellaste yendo en bici..
Y la mitad del personaje que soy es pura novela.
Triste, ¿no? Y creativo.
Como le pasaba a Andy Whittaker, yo poseo, como todo testimonio de mi existencia en el pasado, unas cuantas fotos en blanco y negro y un libro de escolaridad.
Eso hace que me retraiga bastante en las relaciones, porque en las cenas, cuando la gente se pone a hablar de sus recuerdos, llegan tan atrás que me acomplejo. Y no me queda más remedio que inventarme los míos, como hacía el protagonista de El lamento del perezoso. Y luego tengo que grabar esas ficciones en la memoria por si alguien me las repite algún día:
- anda!, como cuando tú te estrellaste yendo en bici..
Y la mitad del personaje que soy es pura novela.
Triste, ¿no? Y creativo.
A mí lo que más me agobia es cuando mi hija comenta por ejemplo:
ResponderEliminar" Jo! cuando pedí al Olentzero una lavadora y vosotros me pusisteis una freidora. Vaya desilusión"
Y yo me acuerdo de la freidora, que había que ponerle agua y saltaba como si friera y venía ya el huevo frito en plástico. Me pareció un juguete maravilloso y sin enterarme de la chafada que vivía mi hija. ¡Vaya sensibilidad, tú!
Y ponen más ejemplos, y yo pensando que he vivido una vida paralela con ellos. me escudo en que la propia responsabilidad de criarlos podría hacer que se te escaparan detalles; para los adultos insignificantes y para los pekes significativos.
Menos mal que luego también dijeron: "¿Y qué habéis hecho vosotros para que no fumemos ni nos droguemos?". Y claro, decir, no recuerdo que hubiéramos dicho mucho, lo único; ni fumar, no drogarnos. Que quizás es lo que más funciona.
Pero tampoco es seguro, porque hemos hecho mucho monte y no es el deporte que más practiquen.
Vamos que la vida y sus recuerdos ¡son tan subjetivos!.
Y si tú los apañas, ¡qué no harán los famosos para adornar las entrevistas y los chisposos después de una cena!
Pues, según Cela, " A siete años de un suceso, el suceso ya es otro." Así que, tranquilo por tu mitad novelada.
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