- Los jefes son todos unos hijos de puta, ¿no sabes?
- Claro que lo sé. Soy jefe...
El diligente empleado del Servicio de atención a personas con movilidad reducida del aeropuerto de Bilbao, que empujaba mi silla, y con quien, por haber compartido diez minutos de conversación, me unía cierta familiaridad, condujo a partir de ese momento, y tras un breve silencio, la conversación por otros derroteros.
- Claro que lo sé. Soy jefe...
El diligente empleado del Servicio de atención a personas con movilidad reducida del aeropuerto de Bilbao, que empujaba mi silla, y con quien, por haber compartido diez minutos de conversación, me unía cierta familiaridad, condujo a partir de ese momento, y tras un breve silencio, la conversación por otros derroteros.
Si fue capaz de seguir hablando después de semejante planchazo.....
ResponderEliminar