- ¿Qué tal evacúa?
Entendí perfectamente la pregunta, pero me pareció imposible que me la estuviera haciendo delante de treinta personas.
- Bueno..., contesté, como para ganar tiempo.
Mi esposa intervino para complicar el tema.
- cuando estuvo con los parches de morfina anduvo estreñido.
- es natural, contestó el osteópata.
Y los alumnos copiaban:
- morfina... estreñido... normal.
- Y ahora, ¿cómo son sus evacuaciones?, insistió
- ¿Evaluaciones dice?, pregunté.
- No, evacuaciones, que qué tal va usted de vientre.
- Normal. No se me ocurrió otra cosa.
- ¿Fluido?
- Si, normal
Y los alumnos copiaban:
- sin morfina... evacuación fluida...
Pasé un mal rato tremendo, hasta que una alumna levantó la mano. Yo la miré aterrorizado, pensando a ver qué quiere esta saber ahora de mis evacuaciones, pero preguntó por no se qué de la posición de la pelvis y todos se pusieron a hablar entre ellos de la pelvis.
Buf.
Luego los alumnas y a las alumnas se desnudaron con total ausencia de pudor para ponerse a practicar con la pelvis de otro, y entonces entendí que allí el raro era yo, que entre aquellos alumnos de osteopatía había médicos y enfermeras y fisioterapeutas, y que se tocan unos a otros todas las partes del cuerpo, incluidas las partes pudendas, y que hablan de glúteos, ventosidades, evacuaciones y otras marranadas con total naturalidad.
Qué descoloque.
Entendí perfectamente la pregunta, pero me pareció imposible que me la estuviera haciendo delante de treinta personas.
- Bueno..., contesté, como para ganar tiempo.
Mi esposa intervino para complicar el tema.
- cuando estuvo con los parches de morfina anduvo estreñido.
- es natural, contestó el osteópata.
Y los alumnos copiaban:
- morfina... estreñido... normal.
- Y ahora, ¿cómo son sus evacuaciones?, insistió
- ¿Evaluaciones dice?, pregunté.
- No, evacuaciones, que qué tal va usted de vientre.
- Normal. No se me ocurrió otra cosa.
- ¿Fluido?
- Si, normal
Y los alumnos copiaban:
- sin morfina... evacuación fluida...
Pasé un mal rato tremendo, hasta que una alumna levantó la mano. Yo la miré aterrorizado, pensando a ver qué quiere esta saber ahora de mis evacuaciones, pero preguntó por no se qué de la posición de la pelvis y todos se pusieron a hablar entre ellos de la pelvis.
Buf.
Luego los alumnas y a las alumnas se desnudaron con total ausencia de pudor para ponerse a practicar con la pelvis de otro, y entonces entendí que allí el raro era yo, que entre aquellos alumnos de osteopatía había médicos y enfermeras y fisioterapeutas, y que se tocan unos a otros todas las partes del cuerpo, incluidas las partes pudendas, y que hablan de glúteos, ventosidades, evacuaciones y otras marranadas con total naturalidad.
Qué descoloque.
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