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no voy

Querido médico especialista:

como en la última visita que realicé a su consulta la presencia de mi cuerpo le resultó del todo irrelevante, he decidido que esta mañana lo visite mi esposa, dejando mi cuerpo en casa. Usted ya se entenderá con ella. Lleva los resultados de las pruebas, los de los análisis y todo, y para explicar cómo estoy y si me duele se arregla estupendamente.

Que tenga un día espléndido,

Comentarios

  1. Sí señor!. Un paciente dolorido que ha perdido la paciencia pero no la dignidad.
    Algunos médicos no han aprendido que por encima de las pruebas y de sus conocimientos, está la sensibilidad del enfermo. Es lo menos que se merece, su ausencia, sí no le presta la más mínima atención personal.¿ Lo habrá entendido?. Porque tiene pinta de duro de mollera, el muy....especialista.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.