Gau on. Hoy me han dado las 22:30 sin escribir el egunon. ¡Qué poco fundamento, diréis!. Pero en un blog tan estupido como este, esta era una de las pocas estupideces que faltaban. Así que tampoco es tan extraño.
El caso es que esta mañana, a las 8, cuando he vuelto a Urgencias, todavía estaba aquella señora por los pasillos, buscando la entrada de rayos. Se había hecho tan parte del paisaje que nadie raparaba en ella. Eran la mujer perdida, el hombre que grita llevo aquí dos horas y nadie me atiende, la joven que llora en la Sala de Espera, Mircea, un señor rumano del que me hice amigo y que tose atronadora y acompasadamente cada minuto y medio.
Ayer a las 12 de la noche, cuando me fui, ya vagaba sin rumbo, y si alguien le preguntaba dónde va, señora, ella contestaba que estaba buscando a su hijo médico, que tenía que venir enseguida. Como la mujer era de natural tranquilo, y como todos estaban hasta aquí de trabajo, la dejaban estar.
Esta tarde a las siete la he visto pasar junto al box que ocupo, aunque no se si es ella o una alucinación provocada por las drogas que me están suministrando por la vena. Le he hecho chist, chist, o eso creo, para hablar con ella, pero me ha contestado, o eso me ha parecido, que no puede, porque está buscando la entrada de rayos, que qué lío de pasillos, que lleva una hora ya, y nada.
El caso es que esta mañana, a las 8, cuando he vuelto a Urgencias, todavía estaba aquella señora por los pasillos, buscando la entrada de rayos. Se había hecho tan parte del paisaje que nadie raparaba en ella. Eran la mujer perdida, el hombre que grita llevo aquí dos horas y nadie me atiende, la joven que llora en la Sala de Espera, Mircea, un señor rumano del que me hice amigo y que tose atronadora y acompasadamente cada minuto y medio.
Ayer a las 12 de la noche, cuando me fui, ya vagaba sin rumbo, y si alguien le preguntaba dónde va, señora, ella contestaba que estaba buscando a su hijo médico, que tenía que venir enseguida. Como la mujer era de natural tranquilo, y como todos estaban hasta aquí de trabajo, la dejaban estar.
Esta tarde a las siete la he visto pasar junto al box que ocupo, aunque no se si es ella o una alucinación provocada por las drogas que me están suministrando por la vena. Le he hecho chist, chist, o eso creo, para hablar con ella, pero me ha contestado, o eso me ha parecido, que no puede, porque está buscando la entrada de rayos, que qué lío de pasillos, que lleva una hora ya, y nada.
¿Pero que te ha pasado para estar en urgencias?
ResponderEliminarBueno será que ya te encuentres bien.