Mucho se ha hablado sobre los efectos beneficiosos del trabajo sobre la salud. La mayoría de las cosas que se han dicho, chorradas. Sin embargo, una vez anduve tomando unos opiáceos que me calmaban el dolor pero me producían estreñimiento. Y como no era cuestión de saturar al organismo, combatía esto último con dósis extras de fibra en los cereales de la mañana y de la noche, nada de botica. Y ningún resultado, tampoco. Hasta que me puse a trabajar dos horas sobre un informe en el que unas personas que no habían hecho nada contaban como habían hecho todo. Oye, como nuevo. A por más opiáceos para el dolor.
Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
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