Los ministros de Trabajo españoles tienen nombres poco comunes. A Celestino le sustituye Valeriano. Los dos son poco mayores que yo, y haciendo memoria, no recuerdo en la escuela a ningún compañero con nombres tan singulares.
Así que deduzco que fueron sus padres los que, avanzada la primaria, dijeron se te está poniendo cara de ministro de Trabajo, y para que pudieran acceder al puesto, les cambiaron el nombre.
Pensando en el futuro de mis hijos, en la cara que le echan ya a la vida, y en que un ministerio a tiempo arregla la vida de media docena de personas, también les he cambiado el nombre: al Xavi le he puesto Eutimio, y a Andoni, Medardo. Son nombres con peso y personalidad, que si no llegan a Ministro, por lo menos te garantizan una Notaría. A Ana la he dejado como está porque la veo reacia a meterse en política.
Así que deduzco que fueron sus padres los que, avanzada la primaria, dijeron se te está poniendo cara de ministro de Trabajo, y para que pudieran acceder al puesto, les cambiaron el nombre.
Pensando en el futuro de mis hijos, en la cara que le echan ya a la vida, y en que un ministerio a tiempo arregla la vida de media docena de personas, también les he cambiado el nombre: al Xavi le he puesto Eutimio, y a Andoni, Medardo. Son nombres con peso y personalidad, que si no llegan a Ministro, por lo menos te garantizan una Notaría. A Ana la he dejado como está porque la veo reacia a meterse en política.
Bueno, por lo menos no les has puesto Cojoncio, que a lo que le llevó al que conozco fue a cura de pueblo hace muchos años.
ResponderEliminarO Etelvino, que sólo lo conozco de oídas, pero muy etílico me parece para poder llevar a ningún otro sitio que no sea un taska.