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Un pensamiento

Voy a inaugurar una nueva sección en el egunon berria: los pensamientos.

No son cosas que me ocurren, sino cosas que se me ocurren, cuando pienso, los días pares.

Ahí va el primero.

Comprobado como está lo mentirosos y egoistas que somos los seres humanos, todavía no me explico cómo se sigue dando valor en los juicios a las pruebas testificales.

Comentarios

  1. Debe ser que, dado que todos pueden mentir con ausencia total de decoro, los jueces determinan cuáles son las mentiras más creíbles, o las que encierran menos maldad y por ellas se decantan.

    He estado en dos juicios en mi vida. En el último, la juez le dijo a la abogada defensora sorprendida por lo que acababa de oír:" Letrada, dése cuenta que lo dice el acusado y él qué va a decir".
    A mi me sonó a que estaba convencida de que el acusado era capaz de mentir con tal de sacar adelante su inocencia.

    Me quedé muy preocupada, porque yo pensaba que a los juicios iba cada uno con la parte de verdad que creía tener y confrontándola con la del otro, acabar de hacerse la idea de lo que se acercaba más a la realidad ocurrida.

    Siempre había oído, que lo que se dice en un juicio era verdad mientras no se demuestre lo contrario. ¡¡Pero no!! ¡¡¡¡¡¡Es todo una puesta en escena y cada uno interpreta su papel!!!!!
    ¡¡¡¡Y la juez cuenta con ello!!!!

    ¡Acojonante!. Vivir para ver.

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