Desde que oí que existe el climatizador bizona en los coches modernos me puse a tratar de inventar el diferenciador de tiempos, de manera que a los pasajeros del asiento de atrás menores de ocho años se les pase el viaje en un periquete, y que los de delante puedan disfrutar del paisaje y del ruido de las bandas sonoras.
Pero no lo consigo. Y siempre acabo recuuriendo a los antiistamícos que me recomendaron para los viajes transoceánicos. Agarran un sueño de siete horas y no dan la caparrada. Luego tardan dos días en recuperar las constantes vitales.
Estoy empezando a pensar en usarlos también los domingos por la mañana, cuando vamos a Algorta a tomar el aperitivo preguntando varias veces cuanto queda. A lo mejor, con la dósis justa, no se despiertan hasta el lunes por la mañana.
Pero no lo consigo. Y siempre acabo recuuriendo a los antiistamícos que me recomendaron para los viajes transoceánicos. Agarran un sueño de siete horas y no dan la caparrada. Luego tardan dos días en recuperar las constantes vitales.
Estoy empezando a pensar en usarlos también los domingos por la mañana, cuando vamos a Algorta a tomar el aperitivo preguntando varias veces cuanto queda. A lo mejor, con la dósis justa, no se despiertan hasta el lunes por la mañana.
Es lo que tienen los hijos: te procuran la mayor felicidad y la más enorme de las caparradas.
ResponderEliminarPues espera, no es por desanimar, más bien para que te armes de paciencia; ya sabes el dicho: "Peor con barbas que con babas".