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climatizador bizona

Desde que oí que existe el climatizador bizona en los coches modernos me puse a tratar de inventar el diferenciador de tiempos, de manera que a los pasajeros del asiento de atrás menores de ocho años se les pase el viaje en un periquete, y que los de delante puedan disfrutar del paisaje y del ruido de las bandas sonoras.

Pero no lo consigo. Y siempre acabo recuuriendo a los antiistamícos que me recomendaron para los viajes transoceánicos. Agarran un sueño de siete horas y no dan la caparrada. Luego tardan dos días en recuperar las constantes vitales.

Estoy empezando a pensar en usarlos también los domingos por la mañana, cuando vamos a Algorta a tomar el aperitivo preguntando varias veces cuanto queda. A lo mejor, con la dósis justa, no se despiertan hasta el lunes por la mañana.

Comentarios

  1. Es lo que tienen los hijos: te procuran la mayor felicidad y la más enorme de las caparradas.

    Pues espera, no es por desanimar, más bien para que te armes de paciencia; ya sabes el dicho: "Peor con barbas que con babas".

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.