Una de las aplis de más exito es la que consiste en unos juegos que se pueden jugar con dos dedos, pensadas para los ratos muertos que pasan en el metro las personas de tres manos (una para la cartera, otra para sujetarte y otra para jugar), cuando van de pie en el transporte público. Los que solo tenemos dos manos miramos como juegan los demás.
Pues como yo prefiero los ratos vivos, en el metro me entretengo poniendo la oreja en conversaciones sueltas que se dan entre personas. Luego las descontextualizo, como hacen los de wikileaks, y las recreo en otra situación distinta.
- Japan, pone.
- Eso no es la marca.
- Es japonés.
- Sí.
- Titanium.
- Eso tampoco.
- Eso es que es duro.
- Sí.
- Luego pone unos números.
- Eso no es una marca.
- ¿No?
- No.
- RACER.
- Eso sí puede ser.
- A mí me suena a marca.
- Pero no es una marca japonesa.
- ¿Estás segura? El japonés es raro. A lo mejor no se dice así. (...)
La misma conversación, o parecida, estaba teniendo lugar en el comedor de un Colegio entre dos niñas del aula de tres años.
Tras un rato de silencio dejaron el reloj en paz y hablaron de Antonio.
- Antonio siempre ha sido un hombre muy recto.
- mmm
- Fijate si es recto que inspecciona a El Corte Inglés.
- mmm
- Muy recto es.
- mmm
- Te voy a decir una cosa: a lo mejor no es tan recto.
Cuando mi madre cosía, yo estudiaba a su lado, Y ella me iba hablando sin esperar más respuesta que mi mmm.
Pues como yo prefiero los ratos vivos, en el metro me entretengo poniendo la oreja en conversaciones sueltas que se dan entre personas. Luego las descontextualizo, como hacen los de wikileaks, y las recreo en otra situación distinta.
- Japan, pone.
- Eso no es la marca.
- Es japonés.
- Sí.
- Titanium.
- Eso tampoco.
- Eso es que es duro.
- Sí.
- Luego pone unos números.
- Eso no es una marca.
- ¿No?
- No.
- RACER.
- Eso sí puede ser.
- A mí me suena a marca.
- Pero no es una marca japonesa.
- ¿Estás segura? El japonés es raro. A lo mejor no se dice así. (...)
La misma conversación, o parecida, estaba teniendo lugar en el comedor de un Colegio entre dos niñas del aula de tres años.
Tras un rato de silencio dejaron el reloj en paz y hablaron de Antonio.
- Antonio siempre ha sido un hombre muy recto.
- mmm
- Fijate si es recto que inspecciona a El Corte Inglés.
- mmm
- Muy recto es.
- mmm
- Te voy a decir una cosa: a lo mejor no es tan recto.
Cuando mi madre cosía, yo estudiaba a su lado, Y ella me iba hablando sin esperar más respuesta que mi mmm.
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