Me baje en Iglesia, y dejé atrás la Glorieta del Pintor Sorolla para enfilar por el Paseo de Martínez Campos, cuando una señora se dirigio a mí para, señalando con el dedo hacia allí, preguntarme algo. Yo solo alcancé a entender que acababa por "147?"
No sabía si el 147 se refería al número de la calle o al de un autobús de linea. Tampoco me dió tiempo a pensar, ni me lo dí.
Pude contestar:
- perdone, pero no le he entendido nada, ¿me puede repetir la pregunta?
O desentenderme directamente y decir:
- lo siento, pero no soy de aquí.
o,
- perdone, pero tengo un día horrible y no sé ni donde estoy.
Pero me sentí plúmbeo, agotado e incapaz de nada, y contesté que sí, y ella me quedó muy agradecida.
Qué cabrón, diréis.
Pues me parece un juicio precipitado, porque si era que sí...
No sabía si el 147 se refería al número de la calle o al de un autobús de linea. Tampoco me dió tiempo a pensar, ni me lo dí.
Pude contestar:
- perdone, pero no le he entendido nada, ¿me puede repetir la pregunta?
O desentenderme directamente y decir:
- lo siento, pero no soy de aquí.
o,
- perdone, pero tengo un día horrible y no sé ni donde estoy.
Pero me sentí plúmbeo, agotado e incapaz de nada, y contesté que sí, y ella me quedó muy agradecida.
Qué cabrón, diréis.
Pues me parece un juicio precipitado, porque si era que sí...
Yo sé de uno que en Bilbao le preguntaron por la catedral y a sabiendas, le mandó a San Mamés, cuando estaba muy claro que preguntaba por Santiago.
ResponderEliminarSe quedó tan pancho mientras comentaba que en El Botxo, todo el que viene de fuera tiene que saber, que la catedral es el campo San Mamés. Y si no, que aprenda a preguntar bien.