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vecinos

- Ahora cuénteme una de vaqueros, dijo el embajador de Venezuela en Colombia, Roy Chaderton, cuando su homólogo colombiano le dijo que terroristas de las FARC se escondían en su territorio.

- Hombre, de vaqueros no me sé ninguna, pero seguro que usted, con ese nombre de hijo del Imperio que tiene, se sabe de memoria todas las de John Huston.

Ya veis, calentitas vienen siendo las reuniones de la OEA. Los venezolanos bolivarianos son así, no es que falten al respeto, pero tienen un pronto que casa mal con las relaciones diplomáticas.

De hecho, el mismo Hugo Chávez, al que se le quedan pequeñas las "majestades subimperiales" como Uribe (así dicen que se dirigó al presidente colombiano el embajador Chaderton), trata directamente con Dios, o sea, con Maradona, y lo recibe con honores de Jefe de Estado. Divino, en este caso.

Y ha decidido, aunque eso le produce una lágrima en el corazón, romper relaciones diplomáticas con la hermana Colombia. Y ya van cuatro veces que rompe relaciones diplomáticas con la hermana Colombia.

La hermana Colombia está hasta los cojones. Es cansino romper relaciones diplomáticas a todas horas. Y volver a establecerlas después.

Así que le han dicho que si llama a consultas a su embajador, al de nombre yanqui, le consulte mucho, y que se lo quede.

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