La correosa Ministra de Igualdad dice que siente que tiene un avatar de esos que dicen cosas que una no ha dicho. Y que luego vienen los de la derecha poniéndole verde por lo que ha dicho, sin saber que lo ha dicho el avatar, y no la Ministra.
A mí me pasa lo mismo, pero distinto. No tengo un avatar, sino media docena: el imbécil, el héroe, la cantinera, el resucitado, la pescadera y el portero de fútbol.
Cada uno va a su rollo, aunque todos son un poco yo.
- Tú dijiste... me dice mi mujer.
- A ver, enséñame el acta, le contesto.
Ahí siempre le pillo. Pero en el trabajo es distinto, porque, estos sí, me sacan el acta.
Y ahí estoy yo, o mis avatares, con sus paridas.
A mí me pasa lo mismo, pero distinto. No tengo un avatar, sino media docena: el imbécil, el héroe, la cantinera, el resucitado, la pescadera y el portero de fútbol.
Cada uno va a su rollo, aunque todos son un poco yo.
- Tú dijiste... me dice mi mujer.
- A ver, enséñame el acta, le contesto.
Ahí siempre le pillo. Pero en el trabajo es distinto, porque, estos sí, me sacan el acta.
Y ahí estoy yo, o mis avatares, con sus paridas.
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