A Descartes le gustaban las cosas claras y distintas. Y a Joseph Blatter, presidente de la FIFA, le gustan las cosas simples y universales. Y por eso le gusta el fútbol, porque el fútbol es simple y universal.
Como es universal, lo juegan los niños y los mayores en todo el mundo. Y los políticos dejan las reuniones y se ponen a ver el partido. Por eso, porque el fútbol es universal, y porque sus electores, los de Cameron y Merkel en este caso, nunca entenderían que jugándose el Alemania - Inglaterra ellos estuvieran en otra sala hablando de cualquier chorrada.
Y como es simple, no se permite el uso de las nuevas tecnologías para saber si una pelota traspasa o no la linea de porteria, si es gol o no es gol. A juicio de Blatter, hacerlo iría contra la esencia del juego, que hoy beneficia a unos y mañana a otros. Dice que ahí está la gracia del fútbol.
Luego pidió perdón a los perjudicados por el error arbitral, Cameron incluido, y castigó al árbitro sin pitar más partidos.
Desde que lo hizo, a los ingleses les ha cambiado la cara, y ya no ves a nadie por Londres al que le importe un pito haber quedado fuera del Mundial.
Pues no entiendo nada con que sin las nuevas tecnologías unas veces se beneficia a unos y otra a otros; entiendo que con las nuevas tecnologías ocurriría los mismo pero no sería cuestión de beneficio, sino de realidad ocurrida y unas veces sería a favor de unos y otras a favor de otros.
ResponderEliminarLa gracia del fútbol no creo que está en los errores que se puedan cometer, sino en quien es capaz de meter más veces el balón hacia las mallas del contrario, a veces ni siquiera en jugar más o mejor. Se puede jugar putamádricamente y no hacer un gol; pues te jorobas porque palmas. No sé que manía tienen en decir "así es el fútbol" para explicar lo inexplicable.
El ojo del águila bien que discierne las cosas en el tenis y no creo que se haya perdido su esencia.