Una senadora del PP por Bizkaia pregunta por segunda vez al Gobierno en el Senado qué va a hacer para evitar caravanas en la A-8 entre Bizkaia y Cantabria.
El Gobierno se lo está pensando. Le han dicho al senador más novato de su grupo parlamentario que vaya buscando respuestas. Y el pobre hombre ha puesto el tema al lado de otras preguntas de difícil respuesta, como la de que a ver qué va a hacer el Gobierno para corregir los efectos del cambio climático en el calendario de la Liga de fútbol, que preguntó un senador madridista.
Yo le doy ideas: una, darle la vuelta a la autopista y que los coches se caigan hacia el cielo. Así, todos su ocupantes, hasta los que mueran en pecado mortal, se van al cielo.
Dos, sacudirla como una alfombra, con dos machotes de Orozko, uno a cada lado, y así los coches desaparecen como los ácaros de mis sábanas.
Tres, que los coches con matricula acabada en 1 puedan usar la A-8 los lunes, los que tengan matrícula acabada en 2, los martes, y así sucesivamente. Los que tengan matrícula acabada en 8, 9 o 0, que se busquen un amigo para usar la A-8, y que los senadores del PP con vivienda habitual en Bilbao y casa en Noja, la usen los terceros miércoles de mes.
Y ya está.
El Gobierno se lo está pensando. Le han dicho al senador más novato de su grupo parlamentario que vaya buscando respuestas. Y el pobre hombre ha puesto el tema al lado de otras preguntas de difícil respuesta, como la de que a ver qué va a hacer el Gobierno para corregir los efectos del cambio climático en el calendario de la Liga de fútbol, que preguntó un senador madridista.
Yo le doy ideas: una, darle la vuelta a la autopista y que los coches se caigan hacia el cielo. Así, todos su ocupantes, hasta los que mueran en pecado mortal, se van al cielo.
Dos, sacudirla como una alfombra, con dos machotes de Orozko, uno a cada lado, y así los coches desaparecen como los ácaros de mis sábanas.
Tres, que los coches con matricula acabada en 1 puedan usar la A-8 los lunes, los que tengan matrícula acabada en 2, los martes, y así sucesivamente. Los que tengan matrícula acabada en 8, 9 o 0, que se busquen un amigo para usar la A-8, y que los senadores del PP con vivienda habitual en Bilbao y casa en Noja, la usen los terceros miércoles de mes.
Y ya está.
Aunque parezca rechifla y recochineo tienen que ser del tipo de las respuestas que tu propones las que darán la solución. La del tipo:"hacer la carretera más ancha" o "hacer otra carretera", que por otra parte son las menos ingeniosas: NO ARREGLAN NADA.
ResponderEliminarEstuve en un cursillo de esos "verdes": digo, de desarrollo sostenible, en el que afirmaban que estaba demostrado que hacer carreteras con más carriles, añadir otra autopista, no llevaba nada más que a la saturación de las nuevas vías. Decían que si se amplían los medios del mismo tipo, va más gente que antes y estamos en las mismas( parece ser que se animan a ir cuando la cosa se pone mejor, hasta los que antes no iban por allí y se "joroba la marrana" de nuevo).
Que hay que recurrir a ideas nuevas, de esas de los chavales emprendedores que ganan concursos.
Medios de locomoción de un, dos, tres, cuatro pasajeros...con la obligación de no usar los de 4, que ocupan mucho espacio, cuando no se llega al cupo.
Las carreteras serían mucho más divertidas con monocicletas, bicicletas, esos aparatos a motor que no sé cómo se llaman de una plataforma con ruedas para un individuo, smarts, sancheskis, monopatines y así. Si no se pueden hacer nuevas carreteras habrá que ocuparlas menos, es de cajón, aparte de un descojono total.
¡A ver quién es el guapo que ordena un tráfico tan desvarajustado como ese!.
Atascos no sé, pero puestos de Traumatología cada 500 metros serían necesarios. Y ya tenemos otro problema, con la falta de médicos que hay.
Deberíamos -se me ocurre- intercambiarnos los quehaceres. Uno que diariamente utilice la A-8 en un sentido le pasa su trabajo a otro que lo haga en el contrario.
ResponderEliminarEl intercambio podía realizarse en el peaje.
Sería muy facil, se va convocando por gremios y el último día se dedica a "varios"; para esa gente que hace un poco de todo. Sería una semanita dura, pero compensaría. Quedaría eso de ir en el sentido contrario al que nos lleva al lugar de residencia, para actividades de ocio; o sea, para los fines de semana.
Esto llevaría a estar deseando que llegue el lunes para no tener que sufrir la estresante caravana; iríamos al trabajo con una sonrisa, nos trataríamos bien, ahorraríamos combustible...
No sé..., a lo mejor se me ha ido la mano.