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Pradoluengo

Una congresista del PP se mofaba de la petición hecha por CiU para que en el Congreso de los Diputados sus señorías pudieran expresarse en cualquiera de las cuatro lenguas oficiales.

Esta postura prepotente molesta mucho a las minorías. Buscando hacer sangre, la señora diputada dijo que le gustaría saber qué pensarían nuestros amigos europeos si los vieran con pinganillo en las sesiones.

Ella piensa que dirían vaya cuadrilla de gilipollas, pero a lo mejor pensarían que qué suerte tienen estos españoles, con tanta diversidad paisajística como cultural, hijos de árabes y de judíos, campeones del mundo de fútbol, de baloncesto, de futbol-sala, de balonmano y de hockey sobre patines. Y además, con un porrón de idiomas. Qué pena no haber nacido en Pradoluengo!

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.