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lo fundamental


La sobreabundancia de mensajes sanitarios ha llegado a un punto que a uno le dan ganas de abandonarse en manos de las hamburguesas con grasaza. Y dejar en cuatro las cinco raciones de verduras y frutas frescas que hay que tomar cada día para librarse hasta los noventa y cinco de la hipertensión y la gota. Ya no vale que te guste, ahota todo tiene que ser sano. Y da un poco por saco.

El sábado ponía uno un ejemplo en El País: "dar un paseo por un pinar se ha convertido en hacer prevención primaria de cardiopatía isquémica". Y si fuera lo único que hay prevenir... Pero hay que estar a la cardiopatía isquémica, a la valenciana, a la obesidad, al colesterol, a los triglicéridos, al desarrollo multicelular equilibrado, a todo. Y sin olvidarse de no morderse las uñas. Vamos.

Y así nos olvidamos de los fundamental, que en el ejemplo del pinar son la setas, y si vas con niños, los gnomos que viven debajo de las setas.

Comentarios

  1. Y así viviré más? Doctor -Que decía aquél-
    Pues, no lo sé; pero se le va a hacer a ud mucho más largo.

    Buen día!

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.