Desde que pusieron una tienda de mascotas en la calle San José ando dudando entre si comprarme un perro o un gato. Porque lo del hurón lo descarté al ver sus cacas, puaj. ¿He dicho ando? No. Andaba dudando. Ya he tomado la decisión. Será un gato. Porque he conocido que una cuadrilla de desocupados, digo un grupo de investigadores del prestigioso departamento de tecnología de la Universidad de Massachussets ha podido comprobar que los gatos beben agua de manera mucho más silenciosa que los perros, gracias a que combinan perfectamente las fuerzas de inercia y de gravedad, al poner su lengua en forma de J, mayúscula claro, y recoger con la parte de abajo de la jota, digo de la lengua, el agua y depositarla después suavemente en el orificio que corresponda. Los perros no. Son más guarros que un señor que tenía hospedado mi suegra, que sorbía la sopa directamente del plato, sin cuchara ni nada, y hacen un ruido insoportable. Y de ruidos tengo bastante con los de mi estómago y los de los camiones de basura de las seis de mañana.
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.
Ten en cuenta también, el dicho de toda la vida:
ResponderEliminarel gato es de la casa;
el perro, es del dueño.
Y en cuanto a las cacas de ambos, también se cumple:
las del gato, en la caja de casa,
las del perro...son del dueño, salvo que sea un guarro integral.