La ADPNPGMEH (Asociación para la defensa de la presencia normalizada de perros, gatos y otras mascotas en entornos humanos) ha conseguido hacer realidad una de sus reivindicaciones más reivindicadas, como es que se pueda subir al autobús son el animalito, si es que la criatura pesa menos de ocho kilos. Todos imaginamos que habrá un peso para bichos en la plataforma de acceso al trolebús, que no pase que te diga el chófer que hoy Chufi no puede subir.
- pero si el viernes subió al autobús
- ya, pero has debido cebarlo el fin de semana, porque lo veo muy gordo. Ponlo en el peso que ya verás.
- Hostí, nueve trescientos.
- Ya te he dicho yo. Hala, andando, que vais a bajar kilos los dos, verás qué bien.
No me atrevo a preguntar si dejarán subirme con la víbora, que al fin y al cabo solo pesa doscientos gramos. Por eso creo que el criterio no será solo el del peso, sino que la educación también contará. Es decir, que el hurón, o la nutria, o lo que sea, no solo sea delgadito, sino además, no se tire pedos, que su dueño lo lave los martes o que ceda el sitio a las embarazadas, a los ancianos y a los profes de Filosofía.
- pero si el viernes subió al autobús
- ya, pero has debido cebarlo el fin de semana, porque lo veo muy gordo. Ponlo en el peso que ya verás.
- Hostí, nueve trescientos.
- Ya te he dicho yo. Hala, andando, que vais a bajar kilos los dos, verás qué bien.
No me atrevo a preguntar si dejarán subirme con la víbora, que al fin y al cabo solo pesa doscientos gramos. Por eso creo que el criterio no será solo el del peso, sino que la educación también contará. Es decir, que el hurón, o la nutria, o lo que sea, no solo sea delgadito, sino además, no se tire pedos, que su dueño lo lave los martes o que ceda el sitio a las embarazadas, a los ancianos y a los profes de Filosofía.
Creo que se confunden con eso del peso del perro.
ResponderEliminarLos perros pequeños de menos de 8 kilos son los más trogloditas, molestos, peleones y ladradores. La mía de 23 kilos, les mira con desdén cuando le ladran, y por supuesto que ni les contesta y ni se inmuta.
Claro que el problema viene de los amos. Lo que había que poner es un sensor de educación de los dueños y entonces pueden entrar perros de gran tamaño, que seguro que se comportan.
Y se montarían en horario sin aglomeraciones, con las necesidades del perro hechas, controlado en todo momento y con la mascota suficientemente limpia.